Y en el último segundo del 2020…: ¡la peor noticia del año!

Ocurrió el penúltimo día del año y podría ser mortal

Y en el último segundo del 2020…: ¡la peor noticia del año!

Lo de 2020 pasará a los anales de la historia como uno de esos años horribles en los que se sucedieron muchas, muchísimas cosas malas a nivel mundial, aunque, sin lugar a dudas, ese 2020 tendrá especial recuerdo para todos los aficionados culés que probablemente han vivido el peor año de la historia reciente del club.

Y es que, por muchas cosas malas que se sucedieron durante el año, con dos sustituciones de técnicos, una dimisión presidencial, una trama bastante turbia como fue el destape del Barçagate en la que está implicada la aquella directiva saliente, el burofax de Leo Messi pidiendo salir, el 2-8 endosado por el Bayern en la Champions League o la no obtención de título alguno, ninguna ha sido tan mala como la que ha sucedido al club catalán entre los días 29 y 30 de diciembre, cuando el año ya daba sus últimos coletazos.

Fue en el último partido oficial de los blaugranas en el pasado y fatídico 2020 cuando tuvo lugar la lesión de Philippe Coutinho. Tras las primeras exploraciones realizadas el día 30, se hizo oficial el alcance final de la lesión: rotura del menisco lateral de la rodilla izquierda con una duración mínima de baja de cuatro meses que podría irse hasta los 5 con cierta facilidad. O lo que es lo mismo, Cou dice prácticamente adiós a la temporada.

Con esta lesión, se frena en seco la única opción real del club de hacer caja suficiente para traer algún fichaje de cierto nivel en enero. Sin la venta del brasileño no hay nada de dinero en las arcas y por tanto, ocurrirá como el pasado mes de septiembre, que no se podría firmar a nadie que no llegue a coste cero prácticamente. Y todo eso con un agravante: Coutinho ya no estará disponible.

Koeman

El golpe de esta lesión podría ir más allá, puesto que, si no revierte la situación económica pronto y el club es lograr de generar más ingresos, los pagos a los jugadores podrían verse comprometidos a partir del mes de marzo y eso supondría un gravísimo problema de solvencia económica. Por el momento, poco más se conoce pero Koeman ya sabe que nadie podrá venir por Coutinho y el holandés comienza a bajar los brazos ante una misión cada vez más imposible: reflotar a este Barça moribundo del que Messi cada día tiene más claro que debe salir cuanto antes.