Y no es Sergio Ramos: la pelea de un peso pesado con Florentino Pérez

No le ha sentado nada bien una cosa

Y no es Sergio Ramos: la pelea de un peso pesado con Florentino Pérez

La creación de la Superliga Europea, que tiene a Florentino Pérez como fundador, cara visible y presidente, ha suscitado mucha polémica. No es para menos, viendo lo injusta que es para esos equipos medianos o de un calibre inferior, y, sobretodo, para las ligas nacionales, a las que hundiría mediáticamente, y para la Champions League, a la que haría desaparecer. Apenas unas horas fueron suficientes para que comenzara a recibir todo tipo de críticas.

Todos los equipos que no forman parte se han posicionado en contra, e incluso algunos futbolistas de los clubes fundadores también. Es el caso de Bruno Fernandes o Joao Cancelo. Pero en el Real Madrid también hay varios cracks que han dado ‘me gusta’ a una publicación de David Beckham, en el que exponía su rechazo a dicho invento. Marcelo o Álvaro Odriozola son dos ejemplos, si bien el que más ha molestado al presidente ha sido Luka Modric.

Modric

Más que nada, por la gran relación que tienen, que nunca han ocultado, y que se ha podido ver en las negociaciones para estirar su vínculo. Todavía no se ha confirmado el acuerdo ni se ha hecho oficial, pero está cerrado, si bien ahora podría reconsiderar su postura. Porque entiende que el croata ha desafiado públicamente su poder y su obra, lo que no le ha hecho ni pizca de gracia. Si no está a favor, lo respeta, pero pide que no muestre su postura en público.

Veremos si es lo suficientemente grave como para hacer que el motor y el cerebro de la plantilla de Zinedine Zidane se arrepienta en un futuro. A él, hay que sumar el caso de un Sergio Ramos que, como ha confirmado el presidente, está muy lejos de llegar a un acuerdo para que se quede en el Santiago Bernabéu. No rebaja sus pretensiones económicas, que están por las nubes, y no está poniendo de su parte para lograr cerrar el trato.

Lamentablemente, la situación económica del Madrid no invita ni permite hacer grandes esfuerzos, ni siquiera, por su capitán. El que no lo quiera entender, tiene las puertas abiertas.

Y punto.