Zidane entra en pánico con sus preferidos: quiebran el Madrid y gratis
Karim Benzema y Raphael Varane en el centro de la diana
El Real Madrid tiene un serio problema de regeneración y de calidad. De lo primero es evidente, ya que no posee el dinero suficiente como para hacerse notar en el mercado con algunas de las piezas más cotizadas de este. Mientras que el segundo aspecto, el de la calidad, también ha salido a la luz en las tres últimas temporadas en LaLiga, donde faltan factores decisivos en el último cuarto de campo. Y si eso es un problema ahora, este puede explotar enormemente en el verano de 2022, donde dos de los preferidos de Zidane tienen pensado marcharse.
Dígase una cosa de este Real Madrid: deberá hacer profundos cambios para poder acceder a grandes fichajes. Y cuando hablamos de cambios nos referimos a ventas, donde asoman jugadores que ya parecen de vuelta en el club como Álvaro Odriozola, Isco Alarcón o Marcelo, pero también futbolistas que parecían hasta ahora intocables como Marco Asensio, Vinícius Júnior o los hasta el momento no renovados Lucas Vázquez y Sergio Ramos.
Pero el problema del que hablamos no va por ahí, sino que se expande a dos factores cruciales para Zinedine Zidane: Karim Benzema y Raphäel Varane. Ambos jugadores franceses acaban contrato en 2022 y así como El Gato ya ha dicho en más de una ocasión que le gustaría vestir de nuevo la elástica del Olympique de Lyon, al central se le empieza a emparejar con equipos de la talla del Manchester United o el Paris Saint-Germain.
Cuesta creer que el defensa salga antes de tiempo del club de Concha Espina, incluso que no renueve, pero suenan cantos de sirena desde la Premier League referentes a su figura y una hipotética apuesta del club blanco por introducir su persona en el traspaso de Kylian Mbappé. Por su parte la situación de Benzema es diferente, ya que su adiós al Real Madrid sería un acuerdo entre las dos partes para la fecha señalada. Tengan en cuenta que esa temporada, la 22/23, el galo la arrancaría con vistas a finalizarla con 35 años, una edad razonable para poner punto y final a su estancia en el club merengue.