Zidane ha prohibido que salga en enero: es la auténtica flor del galo

El jugador tiene algo que nadie puede explicar pero que, a la larga, certifica títulos. No lo hace de la forma que el propio jugador desearía, que es jugando de continuo y aportando minutos y calidad al equipo, pero al término de la temporada sus números están ahí: por cada 112 minutos que Álvaro Odriozola juega, su equipo se lleva un título. Es algo inaudito en el mundo del fútbol y, aunque insostenible en el tiempo, esta temporada lleva camino de mantener o, incluso, mejorar la marca.

El lateral derecho acaba de cumplir 25 años pero pese a estar ya en una teórica etapa de madurez como futbolista, su puesto como titular en el Real Madrid no llega. Tras una primera etapa marcada por las apariciones fugaces en las que Odriozola mostró sus virtudes pero también unos cuantos defectos, el Madrid decidió cederlo al todopoderoso Bayern Munich el pasado mes de enero. Allí no jugó mucho pero lo ganó todo.

En septiembre se reincorporó al club blanco como lateral derecho suplente de Carvajal, pero con la opción de ganarse el puesto de titular si convencía a Zidane. Y en esas estaba en la jornada 4 de LaLiga que enfrentaba a los de Zizou contra el Real Valladolid cuando en el minuto 57 Odriozola se rompió. Justo cuando Carvajal se había lesionado y Álvaro tenía ante sí la oportunidad soñada. La salida de los dos del equipo por sendas lesiones hizo que Zidane tuviese que situar a Lucas Vazquez en el lateral hasta nuevo aviso.

Y ahora, cuando Odriozola lleva dos semanas con el alta médica, el jugador se encuentra con que ya no tiene a un compañero por delante en su posición sino a dos: el siempre competitivo Carvajal y la versión más en forma de Lucas Vázquez. Con este panorama, muchos se preguntan porque no deja el francés salir a Álvaro para que sume minutos en otro club. La respuesta está en sus números. Según señala la estadística, Odriozola está a tan solo 55 minutos de asegurar un nuevo título para los blancos y eso es algo que muy pocos futbolistas pueden decir.

Por eso Zidane, que sin ser excesivamente supersticioso si cuida ciertos detalles, quiere a Álvaro cerquita. Además Zizou es consciente de que Lucas no es lateral puro y que, tarde o temprano, hará falta dar descanso al de Leganés con un lateral diestro pura sangre.