Zidane repudió al goleador que quiere vengarse del Real Madrid: pánico por Nacho, Rüdiger al rescate
El técnico francés abrió la puerta al delantero
No militaba entre los candidatos a ser el Pichichi de LaLiga esta temporada, pero Borja Mayoral está cuajando una temporada digna de enmarcar. El ariete del Getafe está afrontando su segunda campaña en el conjunto azulón y, tras una primera experiencia poco gratificante en la que Enes Unal le privó de muchos minutos, el español ha sabido aprovechar la perfección la grave lesión de rodilla que sufrió su compañero, quien ya ha regresado a escena.
Lo realmente llamativo aquí es que el Getafe recibe al Real Madrid esta noche a partir de las 21.00 horas en un partido clave para los de Carlo Ancelotti. El conjunto blanco afronta el duelo con la moral por las nubes tras su victoria en Las Palmas y con el objetivo de recuperar el liderato de la competición, pero el técnico sabe que no será una tarea sencilla sacar los tres puntos del Coliseum y por ello introducirá importantes novedades en su ‘11’ respecto al último enfrentamiento liguero.
Obligado a dejar fuera a Jude Bellingham por acumulación de tarjetas y su consiguiente sanción, Ancelotti también optó por dejar en el banquillo a Aurélien Tchouameni para dar entrada a Eduardo Camavinga, pero es aquí donde presenciaremos la primera novedad en Getafe.
El juego aéreo es uno de los puntos fuertes del conjunto dirigido por Bordalás y aquí Ancelotti no tiene dudas sobre el remedio por el que apostar para tratar de contrataras esto: introducir a Tchouameni, un hombre con mayor estatura que Camavinga y más poderoso físicamente, y dejar al exfutbolista del Rennes en el banquillo para refrescar al equipo en la segunda mitad.
Esta será la gran novedad en el ‘11’ de Ancelotti más allá del regreso de Fede Valverde y Bellingham al ‘11’ titular, pero en la línea defensiva también debemos hacer mención a las figuras de Rüdiger y Nacho Fernández.
Borja Mayoral, estrella del conjunto azulón, fue despreciado por Zinedine Zidane durante su etapa en Madrid y el delantero no tuvo más remedio que buscar suerte lejos del Santiago Bernabéu.
Ahora, varios años después y sin Zidane al frente del banquillo merengue, el delantero de 26 años quiere vengarse aprovechando el maravilloso estado de forma que atraviesa y que, además, Nacho Fernárdez está generando muchísimas dudas como compañero de Rüdiger.