Zidane se lo deja claro a Florentino: “Si llega él yo me marcho”

Con el primer tercio de la temporada ya transcurrido se empieza a hablar, con mas o menos fuerza, de los movimientos que se darán en el verano de 2021 de cara a la nueva temporada. Es cierto que aún falta mucho para ello (casi todos los títulos de la presente temporada más una Eurocopa a celebrar en junio y julio) pero las direcciones deportivas deben trabajar siempre con meses de antelación y los jugadores, a su vez, estar alerta de cara a mejorar sus condiciones o los equipos donde juegan.

El caso que más cabrea a Zinedine Zidane es el de Gareth Bale. El francés es consciente de lo que ha costado sacar del equipo al jugador galés y no quiere ni oír hablar de la posibilidad de que el atacante regresase a la capital española el próximo verano. Según han informado diferentes fuentes esta misma semana, Bale se estaría planteando muy seriamente cumplir su último año de contrato con el Real Madrid, el de la temporada 2021-2022. Gareth no está encontrándose en sus primeros meses en Londres y se empieza a dar cuenta de lo bien que se vive en Madrid. No en vano, sus mejores momentos como futbolista los ha vivido en el Real Madrid.

Es por ello que Bale, siempre y cuando Zidane no siguiese en el banquillo, se plantea, por primera vez desde que se fue, volver al Madrid y hacer un buen último año para poder salir por la puerta grande. Y esta condición es, exactamente, la misma que ha impuesto Zizou a su presidente. El mister le ha dejado muy claro a Florentino que si Bale vuelve no cuente con él para entrenar al primer equipo. Los últimos meses de Bale fueron un suplicio para un Zidane que se vio desbordado y no supo como gestionar al internacional galés, cuando esa es una de las cosas que mejor hace precisamente el actual entrenador merengue, la gestión del vestuario.

Florentino tiene ante si un gran dilema porque el salario de Bale es muy elevado (17 kilos por temporada limpios) y si no aparece ningún equipo que se haga cargo gran parte de su salario tendrá que pagar al futbolista (es el jugador que más cobra del Real Madrid actualmente) sin poder sacarle ningún partido o darle ficha, pero entonces renunciará al entrenador que más éxitos le ha traído al propio Florentino en sus dos décadas como presidente.