Zidane y la afición cercan a Florentino: estalla el cisma de la 21/22

Puede que Zinedine Zidane carezca de la información que tiene Florentino Pérez y que en ella resida el fondo de un asunto peliagudo y que, poco a poco, se acerca a Madrid amenazando toda la planificación del nuevo proyecto, pero lo cierto es que el míster francés es inflexible en su argumento en este asunto y no piensa echarse atrás. De modo que la pelota está en el tejado del máximo gestor del club blanco, que debe decidir cuanto antes sobre el futuro de Gareth Bale.

Empezando por el presidente, hay piezas del culebrón que están encasquilladas y tienen difícil solución. Florentino sabe el parecer del jugador y de su agente, Jonathan Barnett, en el que hay una máxima incuestionable: no tienen intención de perdonar ni un solo euro del último año de contrato en vigor del galés con el Real Madrid. En este sentido, Florentino, que sabe de los gastos del Madrid por su estadio, que empezarán a presionar desde 2022, y de las complicaciones económicas del club debido a la pandemia, aboga incluso por, si no encuentran otra solución, quedarse a un galés recuperado para la causa.

El problema, más allá de que Bale rinda o no en el Bernabéu, lo cual está por ver, es que la relación con Zidane ya está totalmente viciada de base. De modo que si el Tottenham no se lanza a prorrogar el acuerdo que ahora posee con el Madrid por el futbolista, el club blanco tendrá un problema que se va más allá de los 30 millones de euros; su sueldo. 

Y por si esta situación estanca no fuera un óbice lo suficientemente grande como para preocupar al gestor merengue, también hay que añadir que Florentino está algo mosqueado con el buen rendimiento de Bale junto a José Mourinho, algo que señala directamente a Zidane. Sea como fuere, el Madrid no ha hecho un buen negocio ni renovando a Bale, culpa del propio Florentino, ni viendo como triunfa fuera, lo que debilita la posición de un Zidane que tiene una plantilla muy justa de capacidad y calidad. 

Florentino está acorralando entre Zizou, una afición que piden una revolución en la plantilla, y una situación deficitaria que agrava el salario del Expreso de Cardiff y que, en lo financiero, ahoga las posibilidades del Madrid en el mercado. La ilusión de todos (entrenador e hinchada) a su alrededor se desmorona si las cosas no cambian y Bale solo es la solución si se consigue su venta, hoy por hoy muy complicada.