Zidane ya lo sabe por boca de Florentino: “Es la última bala”

La última vez que el Real Madrid perdió tres partidos consecutivos fue en la primavera de 2019. En aquel entonces esa mala racha, que tuvo lugar en 7 días, le costó el puesto a Santiago Hernán Solari. Es cierto que se trataba de un tramo de la temporada donde el fallo condenaba al Madrid, como así fue, a un año en blanco, pero Zidane ya sabe que si él comete el mismo error su final está cerca, muy cerca.

Ayer, en la rueda de prensa previa al Clásico que se disputará esta tarde en el Camp Nou, el entrenador madridista no tuvo reparos al afirmar que es consciente que se la juega esta tarde. Zidane sabe mejor que nadie lo que supone ser el mister de un equipo como el Madrid. Además, por si le quedase alguna duda, el mismo Florentino le ha reconocido que ha mantenido contactos informales con algunos entrenadores por si los próximos resultados no fuesen los deseados.

La confianza que hay entre los dos es tan grande que se permiten revelarse estas cosas, algo que en cualquier otro lado supondría el final de una relación entrenador presidente. Pero Zidane y Florentino se conocen a las mil maravillas y no se esconden prácticamente nada. Por eso Florentino le reconoció que el argentino Mauricio Pochettino es el mejor colocado si hoy se pierde en Barcelona y no se consigue vencer el miércoles en Champions frente al Borussia Mönchengladbach.

A Zidane el hecho de verse en la picota no le asusta lo más mínimo. No es que le de igual ser entrenador del Madrid o no serlo, pero el francés sabe que el oficio es así y que ponerse nervioso no cambiará para nada las cosas. De ahí que el año pasado, cuando allá por el mes de noviembre se estaba hablando con fuerza de Mourinho para sustituir a Zidane, este ni se inmutó, ni puso una mala cara ni dijo una palabra más alta que la otra. Lo que viene conviene parece tener interiorizado el campeón del mundo galo. Y ahora lo que viene es el clásico con peor cartel en muchos años y además, sin público.

Florentino ya le ha hecho saber que es su última bala, ahora solo falta ver como la usa el bueno de Zizou. Mientras tanto, Pochettino espera muy ilusionado a que pueda ponerse el chandal de entrenamiento del Madrid en un tren que tiene muchas ganas de coger.