Zinedine Zidane se pone serio: todos estos jugadores se van a la calle
Prepara una limpieza muy importante
Zinedine Zidane debe de hacer una limpieza en el vestuario del Real Madrid, y librarse de esos jugadores que no entran en sus planes. Porque no son pocos, comenzando por los que se encuentran cedidos en otros clubes, y no se les ve futuro. Allí comenzaríamos por Gareth Bale, que se marchó al Tottenham Hotspur de José Mourinho, y donde no está teniendo la continuidad ni el protagonismo que esperaba. Su participación se resume en la Europa League y en las copas.
A sus 31 años, no hace falta hablar mucho más del galés, pues ya se sabe todo. Intentarán que deje algo de dinero en las arcas, pues no quieren cederle otra vez. Otra opción es darle la carta de libertad. Diferente es el caso de Brahim Díaz, que sí esta teniendo protagonismo y continuidad en el AC Milan, que ha renacido de sus cenizas, y que es el líder invicto de la Serie A, aprovechando el mal momento de la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo.
El malagueño está contando con un rol importante, pero ‘Zizou’ no tiene pensado traerle de vuelta, y cree que es mejor hacer negocio. Exactamente lo mismo que con Borja Mayoral, que no lo está haciendo mal en la AS Roma, marcando goles cuando está sobre el campo. O también con un Jesús Vallejo que se ha erigido en pieza importante en el Granada, y que a sus 23 años va recuperando sensaciones y dejando atrás las lesiones.
Para acabar con los cedidos, encontramos a Reinier Jesús y Takefusa Kubo, que están en una situación idéntica. Son dos grandes talentos, con enorme potencial, y que se fueron al Borussia Dortmund y al Villarreal para tener minutos y poder seguir creciendo. Pero la realidad es que han dejado de contar, y no entran en los planes de sus técnicos, así que pueden regresar, incluso, este próximo mes de enero. Y la idea sería cederles de nuevo.
Ellos, acompañarían a los nombres ya conocidos, como Marcelo, Isco Alarcón, Álvaro Odriozola o Luka Jovic, a marcharse del Santiago Bernabéu. Zidane así lo ha dictado, y no hay nada que reprochar.
Punto y final.