Zinedine Zidane y Koeman ahora reculan: este crack no tiene nivel

Marcus Thuram ya tenía el cartel de gran promesa antes de nacer, pues tiene el honor de ser el hijo de Lilian Thuram, ex jugador de Barça, Parma o Juventus de Turín, y campeón del Mundial de Francia de 1998. Tiene en las venas, por lo tanto, sangre de futbolista, y su hermano menor, Kephren, también está dando sus primeros pasos, en la Ligue 1, en las filas del Niza, tras pasar por el AS Mónaco. Pero, volviendo al protagonista de hoy, ya está consolidado en la Bundesliga.

Desde su llegada al Borussia Mönchengladbach, hace poco más de un año, ha sido una de las estrellas de su equipo. Su rendimiento ha sido soberbio, y ha dejado más que justificado el precio que pagaron por él, y que ahora se queda corto, de nueve millones de euros. Formado en el Sochaux, fue en el EA Guingamp, y en la selección francesa sub 21, donde se dio a conocer. A sus 23 años, su buen hacer ha recibido el premio de ser convocado por Didier Deschamps.

Debutó con los actuales campeones del Mundial de Rusia de 2018 en el último parón, y está entre los candidatos para ir a la Eurocopa. Esta temporada, suma cuatro goles y siete asistencias en 17 choques, y puede jugar como delantero o centro, o caído a banda zurda, donde suele desempeñarse. Y en el Real Madrid le sufrieron en sus propias carnes, pues les endosó un doblete en la fase de grupos de la Champions League.

Algo que también provocó que el Barça se interesara en la perla de 23 años. No obstante, ahora han descartado su contratación, después de ver sus últimas actuaciones, que han sido bastante discretas. Por ejemplo, en la última, contra los de Zinedine Zidane, donde el Gladbach se jugaba a vida o muerte su pase a los octavos de final. Perdieron, y dejaron una imagen bastante mala, en especial, un Thuram que pasó inadvertido del todo.

Mucho tendrán que cambiar las cosas, y deberá de espabilar enormemente si de verdad quiere llegar, en un futuro no muy lejano, a un equipo ‘top’.

Aún es joven.