Zizou seguirá mientras quiera, pero no sin títulos

En las oficinas de Valdebebas están convencidos de que Zinedine Zidane va a seguir en su puesto mientras él quiera, saben que le deben mucho al francés y que los éxitos de los últimos años se apoyan en los hombros del técnico francés. Es más, Florentino Pérez repite públicamente que no va a destituir al francés. Pero, algunas voces cercanas a la presidencia matizan estas palabras: es posible que no le eche, lo que sí se puede dar es una reunión en la que el presidente convenza a Zidane de que dimita. Lo que sería una destitución encubierta, que salvaría la imagen, tanto del club como del entrenador.  

¿De qué depende entonces la continuidad de Zidane? De lo mismo que depende la de cualquier técnico del equipo blanco: de conquistar un título. El Madrid no se puede permitir finalizar una temporada sin conseguir un trofeo y es por eso, que las derrotas en Supercopa y Copa del Rey han supuesto un duro mazazo para el cuerpo técnico, ya que, a priori, se trataba de torneos cortos, que se podrían haber ganado si se los hubieran tomado más en serio.

Quedan, por tanto, dos opciones para Zizou: La Liga Santander o la Champions League. Tareas que parecen titánicas dada la actual situación del equipo. En LaLiga, se han perdido puntos en estadios donde se suponía que debería haber ganado con facilidad y está a 10 del Atlético de Madrid que, además, tiene un partido menos que el conjunto merengue. En Champions, su enfrentamiento contra el Atalanta empieza a dar miedo, ya que el equipo italiano es muy goleador, lleva 45 tantos a favor en el Calcio, mientras que el Madrid solo ha anotado 35 en LaLiga.

Así pues, se entiende que la estancia de Zidane en el banquillo blanco, finalizará esta temporada ya que no parece que se pueda ganar ninguna de las dos competiciones. Pero nadie se atreve a decirlo muy alto, pues no sería la primera vez que el Real Madrid ‘tira’ la competición doméstica y se destaca como el campeón de la competición más importante de Europa. Desde luego, la afición espera que una nueva Champions salve la cabeza del técnico francés.