El ADN del Cholo se impregna en un ex jugador, ¡8 meses de sanción!
Empujó al árbitro hasta que fue expulsado. Le sobró testosterona
Si algo caracteriza al Cholo Simeone es su carácter. En ocasiones el argentino se deja llevar por las emociones y deja acciones que rozan lo antideportivo. Ya siendo jugador le pasaba. Cabría recordar ahora la entrada sobre Julen Guerrero. Al jugador del Athletic de Bilbao le dejó clavados los tacos en una acción que pasó a la historia. Cuando se hizo entrenador se prometió ser menos visceral. Pero es imposible. Su manera de ser no hay forma de cambiarla. Un ex jugador del Atlético le tomó demasiado enserio y ahora puede ser sancionado 8 meses.
Y es que en muchas ocasiones hay que tranquilizarse cuando estas en el terreno de juego. Las pulsaciones van a mil y uno no puede dejarse llevar. Más aún si eres una de las estrellas del equipo. Pero Simeone siempre lleva a sus jugadores al límite. Se puede ver con Diego Costa o Gabi en su día. Presionan hasta el límite al árbitro y al rival. Llegando en ocasiones a rozar la anti deportividad. Y lo peor es que luego les cuesta reconocerlo.
El jueves la acción más polémica del año la protagonizó Gelson Martins. El portugués del Mónaco era expulsado contra el Nimes y, frutó de la tensión, empujó al colegiado ante la incredulidad de Robert Moreno y de sus compañeros. ¿Se le ha ido la olla?, pensaron en el vestuario tras el partido.
Es una acción que recordó mucho a la de Cristiano Ronaldo en la Supercopa de España. En aquella ocasión el portugués le sancionaron con 5 partidos. Para muchos fue insuficiente. En Francia no se andan con bromas, le pueden caer al ex jugador del Atlético de Madrid 8 meses de sanción. Ejemplar.
Robert Moreno no ha querido comentar nada, pero puede perder a uno de sus jugadores clave. Esta temporada el portugués llevaba ya 3 goles y 4 asistencias. Unas cifras más que interesantes. Pero su chiquillada y falta de auto control ahora se va a pagar caro. Puede estar 8 meses sin jugar. Peligra para él la Eurocopa.
El Cholismo es maravilloso, pero todo poder conlleva una responsabilidad. No se puede obviar.