Al-Khelaïfi sueña, Neymar se vengaría de Luis Enrique y Messi llora por perderse el baile del PSG
Afirman que el club galo está más que atento a la situación; incluso, señalan que podría haber acercamientos
Neymar Júnior es, junto a futbolistas de la talla de Leroy Sané o Mo Salah, una de las figuras mundiales en el balompié que acaba contrato el 30 de junio de 2025, pero ninguno de todos estos cracks es de la talla y transcendencia del que tiene ya en mente Nasser Al-Khelaïfi, una pieza capaz de darle una venganza en frío al brasileño sobre Luis Enrique y hacer que Leo Messi se entristezca por perderse un baile semejante. Pero, ¿es posible?
Informes favorables a la operación
Hay fuentes que afirman que el PSG, dados los problemas que está teniendo el equipo esta temporada y sobre todo con vistas a un posible mal año, mira la posibilidad de hacerse al final de temporada con Pep Guardiola, actual entrenador del Manchester City.
Esta operación, sabe el presidente del PSG, no es sencilla, pero han abierto una línea de contacto preliminar para estar bien posicionados llegado el caso. Esto ni significa que Lucho vaya a ser despedido ni que Guardiola vaya a marcharse sí o sí del City, cosas que aún no se han decidido, pero lo que sí es seguro es que si Pep aceptara la propuesta francesa, el adiós del asturiano será una posibilidad bastante elevada.
Un gran obstáculo y un riesgo
Como ven, Al-Khelaïfi en este asunto pisa terreno farragoso. Por un lado, quiere llevar esta posibilidad con el máximo secretismo, tocando en puertas sin hacer mucho ruido. Por otro, conoce uno de los principales obstáculos, que no son ni Lucho ni el City, que también, sino Brasil.
Y es que de sobra es sabido que Pep quiere una selección nacional y toda vez que se le ha escurrido la posibilidad de ponerse al frente de Inglaterra, la canarinha es el destino perfecto. Sea como fuere, el PSG quiere ser la primera de las otras opciones, las de otra liga y club diferente a España, Alemania e Inglaterra, donde Pep ya ha dirigido. Como comprenderán esto entristece a Messi, que por unas temporadas perdería la opción de un último baile junto al entrenador que le hizo pasar a otro nivel.