Al-Khelaifi y Neymar deciden sobre el 10 del Barça o el 7 del PSG
La gran decisión se acerca y cada cual en el proyecto parisino tira en una dirección
Aunque no lo parezca, las fechas van quemando el calendario y sus días se esfuman acercando la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones y un mes de febrero en el que no solo pueden quedar sentenciados varios trofeos, como le está ocurriendo al Real Madrid, sino que deben ir tomándose la decisiones de lo que será la estrategia de los gigantes europeos en el mercado de fichajes veraniego. En el caso del PSG solo hay dos vías: la del 10 del Barça o la del 7 del Parque de los Príncipes.
De hecho Nasser Al-Khelaifi, mandamás parisino, y Neymar Júnior, líder del vestuario del equipo francés, se están planteando la posibilidad de abrir la vía de Leo Messi, que supone un salto de calidad importante, o cerrarla y mantener a Kylian Mbappé como estandarte del futuro. Se tiene claro en París que ambas sendas, juntas, son intransitables y así como el jeque quiere la continuidad del crack de Les Bleus, el carioca desea que el argentino vista el color blaugrana francés.
En esta decisión puede ayudar un Mbappé que no ha certificado ni su estancia ni su deseo de abandonar al 10 de la canarinha, sin embargo sigue sin renovar, lo que deja abierta la posibilidad tanto de verle vestido de blanco la próxima temporada como de interrumpir el sueño de Neymar de compartir una vez más vestuario con Leo Messi. También influye en este asunto el astro del Barça, que parece cada vez más lejos de la Ciudad Condal, lo que puede dar pistas sobre su futuro.
Y en esas está un gigante galo que camina con paso distraído en la Ligue 1, donde es tercero por detrás del Lille y del Olympique de Lyon, y que tiene un evite importante en la Liga de Campeones frente a un Barcelona cada vez en mejor estado de forma. Y puede que el futuro de la entidad de la capital de Francia en el asunto del 10 foráneo o el 7 local pase por la eliminatoria de Champions, ya que un tropiezo prematuro quizá convenza a Messi de sentir esperanzas en este Barça o, por otro el contrario, incremente las ganas de salir de Mbappé de Francia. Nada es seguro y lo único certero es que el tiempo corre y el fútbol no espera a nadie.