Arruinan al PSG y Al-Khelaïfi les da machetazo: no es Messi ni Neymar

La irrupción de multimillonarios jeques en clubes europeos como el Manchester City, el PSG o ahora el Newcastle, no ha terminado de tener el efecto deseado en cuanto al sueño de estos equipos de levantar su primera Champions. En el caso del PSG, esta temporada ha vuelto a quedar patente que una constelación de estrellas no te asegura el éxito, y que para llegar a él se precisa de una tradición y organización que acaban siendo decisivas en este aspecto. Todo lo opuesto a esto último, ha vuelto a demostrar una vez más Nasser Al-Khelaïfi con la destitución de Pochettino, pese al flojo rendimiento, entre otros, de Messi y Neymar. Despido fruto de la obsesión por triunfar en Europa del multimillonario presidente que le ha terminado suponiendo el pago de un nuevo finiquito abultado (10 millones) como ya ocurriese en otros casos. 

Según ha informado ‘el Golazo de Gol’, antes de la llegada de Christophe Galtier, el repertorio de entrenadores fulminados en el PSG, sin llegar a completar su contrato y cobrando enormes cantidades, empieza a ser cuanto menos sorprendente. A los 10 millones que ha costado deshacerse de Pochettino, se unen los 7 por Tuchel, que estuvo dos temporadas en el conjunto parisino y que llegar a la final de la Champions, donde cayó 0-1 con el Bayern, no le sirvió para continuar al frente del equipo.

Previamente, el español Unai Emery percibió 12 millones tras tampoco cumplir con los objetivos exigidos por el club. Durante sus dos temporadas, logró una liga, cuatro copas y dos supercopas, pero no fue renta suficiente para continuar en la nave francesa. Los más críticos señalaron que no daba el perfil para dirigir a un grande de Europa. Sin embargo, Emery demostró en su etapa siguiente en el Villarreal estar preparado para luchar contra los más grandes. Así lo demostró levantando la Europa League ante el Manchester United, o cayendo en semifinales de la Champions contra el Liverpool eliminando previamente a la Juventus y al Bayern.

Por último, todos recordarán el peculiar caso de Laurent Blanc, que recaló en el PSG después de dirigir a la selección francesa y que tras ser despedido no ha vuelto a dirigir un equipo en 6 años al cobrar nada menos que 22 millones de finiquito.