Dembélé y Keylor Navas alucinan, línea roja de París con Luis Enrique y Deco se frota las manos
El entrenador del equipo galo sabe por dónde pasa su continuidad, es una condición no escrita
No le sentó bien al Paris Saint-Germain la llegada de estrellas como Sergio Ramos o Leo Messi y eso es algo que ahora condiciona el futuro de Luis Enrique al frente del proyecto, lo que, a la vez, marca la línea que tome el FC Barcelona con respecto a su futuro más allá de junio, cuando Xavi Hernández sea ya historia. Es decir, tanto los veteranos parisinos, tales como Keylor Navas, como los nuevos integrantes -léase, por ejemplo, Ousmane Dembélé- del equipo francés saben que el club pone una línea roja a un entrenador, el asturiano, que no está ni mucho menos deslumbrando.
Irregularidad y el mal heredado
Y es que con Luis Enrique se junta que el PSG está teniendo una temporada más que irregular, con un juego que está lejos del deseado por la entidad y sobre todo una herencia que puede ser fatal. Esta viene dada por la competición que hace brillar u oscurecerse al PSG, como es la Champions League, y, sobre ello, el club capitalino si bien no exige que se gana la orejona para que Lucho continúe, sí le pide que pase de octavos de final, algo que ni Messi ni Ramos hicieron con el club francés.
Concretamente el PSG no pasa de la primera ronda eliminatoria desde la campaña 20/21, donde llegó a semifinales de la competición solo un año después de haber alcanzado su única final (19/20). Recordemos que en la pasada edición fue el Bayern de Múnich quien se llevó por delante al PSG, mientras que el Real Madrid hizo lo propio en la 21/22 con aquella mítica remontada en el Santiago Bernabéu.
Recapitulando, el Barça, segundo en discordia en esta situación por su más que probable interés en hacer de Lucho el sustituto de Xavi, está atento a eso que saben Navas y Dembélé: si la Real Sociedad se lleva por delante al equipo francés en octavos de final de la Liga de Campeones, Luis Enrique estará más que discutido para la siguiente temporada; es más, en Francia se asegura que si no pasa no seguirá.