¡Depay no era el favorito! Este era el delantero ansiado por Koeman

Durante todo este verano, no paró de decirse y de escucharse que Memphis Depay era el delantero que Ronald Koeman quería para el Barça. Era la única opción que se contemplaba para reforzar el ataque, y para hacer olvidar a un Luis Suárez que se fue completamente gratis al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Y a punto estuvo de llegar, pues finalmente se alcanzó un acuerdo con su club, el Olympique de Lyon, que estaba abierto a dejarle ir.

Porque su contrato acaba en 2021, y no quiere renovar. A parte, esta campaña no disputarán competiciones europeas. Dos motivos de peso a la hora de tomar la decisión, y que no todos los días un gigante llama a tu puerta. Pero no hubo tiempo para inscribirle, después de que acabara el plazo que permite La Liga. Y se ha tenido que quedar, mínimo hasta enero, en la débil Ligue 1. Aunque ahora se ha conocido que el técnico holandés soñaba con otra estrella antes que con su compatriota.

Y es que, si por él hubiera sido, el ‘killer’ que habría llegado al Camp Nou hubiera sido otro, y no el ex del Manchester United y del PSV Eindhoven. Pero, económicamente, es la única opción factible que se podían permitir. El goleador de sus sueños es Romelu Lukaku, cuya contratación pidió nada más llegar, pero se topó con varios obstáculos. El primero, obviamente, el dineral que iba a costar, y del que no disponen. Y segundo, que el Inter de Milán no le deja irse.

Llegó en 2019, y Antonio Conte no tiene intención alguna en dejar de contar con él. Pagaron 74 millones de euros, y solo una oferta que ronde prácticamente el doble haría que se lo pensaran. El internacional belga, por su parte, se muestra feliz en el Giusseppe Meazza, donde suma tres goles en tres choques esta temporada, y tampoco parecía muy motivado a salir. Por más que volviera a coincidir con Koeman, al que ya tuvo en el Everton.

A parte, Josep María Bartomeu lo dijo muy claro. Si fichan a alguien a cambio de ese dineral para el Barça, es a Lautaro Martínez, su mejor socio.

Y se acabó.