Doble alegría para Al-Khelaifi, Pochettino y PSG con el 'Messi de oro'

El séptimo Balón de Oro ganado por Leo Messi no solo ha supuesto una alegría inmensa para el PSG por lo que supone que un jugador de la entidad francesa alce por primera vez este galardón, sino porque también puede tratarse de un momento clave en la temporada. Nasser Al-Khelaifi realizó un gran desembolso el pasado verano con la única intención de formar un equipo repleto de estrellas mundiales para poder ganar la primera Champions League en la historia del club, pero las sensaciones mostradas en la fase de grupos han alejado notablemente al PSG de ese cometido, especialmente porque el futbolista argentino aún no ha sacado a relucir su mejor versión.

Y es precisamente aquí donde puede radicar una de las claves de la temporada en Europa. A pesar de que 'La Pulga' no viene desarrollando su mejor juego, y prueba de ello es que el rosarino únicamente ha anotado cuatro tantos en lo que va de campaña, su séptimo Balón de Oro puede suponer un choque de autoestima para que el futbolista empiece a hacer balance a las expectativas depositadas tras su llegada a París. Es más, la lesión de Neymar obligará al exjugador del Barça y a Mbappé a dar ese paso adelante tan necesario para tratar de lograr los objetivos marcados este curso.

Mauricio Pochettino ha bridando hasta el momento a Messi un papel elemental en el equipo, pero el técnico también ha protagonizado alguna decisión con su compatriota que ha desconcertado a muchos aficionados. Eso sí, este galardón insta al delantero sudamericano a comenzar a brillar como de él se espera y, sobre todo, a liderar un equipo que ha perdido una de sus referencias ofensivas para los próximos dos meses.

Con este premio Al-Khelaifi ha derribado una de las barreras fijadas cuando decidió lanzarse a por Leo Messi el pasado verano y con ello el argentino ya ha hecho balance a una parte de esas expectativas tan altas marcadas al comenzar la campaña. Ahora, solamente es cuestión de tiempo comprobar si el crack de 34 años tiene en su séptimo Balón de Oro un punto de inflexión para revertir su dinámica particular esta temporada: alegría por Leo y por lo que puede suponer este premio para el PSG.