El gran error del PSG no se llama Mbappé: la renovación fatal de 2020

Es sin duda la peor decisión de Leonardo y tanto Pochettino como Al-Khelaifi son conscientes de ello

El gran error del PSG no se llama Mbappé: la renovación fatal de 2020

Cuando estábamos iniciando el verano de 2020, a punto de volver el fútbol a los estadios tras el parón forzoso por la pandemia, el París Saint-Germain hizo pública una noticia que no era para nada esperada: la renovación por cuatro años más de Layvin Kurzawa. Su contrato con el PSG expiraba el 30 de junio y, de hecho, había sonado para reforzar al Barcelona, pero Leonardo, el director deportivo del equipo parisino, lo evitó ‘in extremis’.

Ahora, algo más de un año después, Kurzawa no aparece ni en las convocatorias de su entrenador, Mauricio Pochettino, con el que tan solo ha jugado 9 minutos esta temporada en la Ligue 1 y fue allá por el mes de agosto. Tanto su entrenador, Pochettino, como el presidente del PSG, son conscientes de que Leonardo tomó una decisión errónea entonces y que lastrará a la plantilla al menos hasta el próximo verano.

Kurzawa con el PSG

Y es que Kurzawa, a sus 29 años, será un jugador difícil de mover puesto que tiene un buen salario y que está en un gran club. Pochettino no tiene intención de apostar por él ya que Nuno Mendes es su hombre de confianza y Juan Bernat y Abdou Diallo están por delante de él en la plantilla.

Aunque Kylian Mbappé se lleva todos los focos por su no renovación, el mayor dolor de cabeza para Leonardo es sin lugar a dudas Kurzawa, puesto que fue una decisión personal y una apuesta que está saliendo realmente mal, mientras que lo del 7 aún tiene solución. Si las cosas no cambian Kurzawa completará esta segunda temporada prácticamente en blanco y aún restarán dos años más en los que el PSG tendrá que pagar íntegramente el sueldo de un futbolista que no cuenta para su entrenador.

Kurzawa no cuenta para Pochettino

En el Madrid se han dado casos como el de Bale y en el Barcelona Coutinho, y ahora le llega el turno al PSG en el apartado de renovaciones que son apuestas personales de la dirección deportiva y que, a la postre, terminan saliendo realmente mal. Aunque es cierto que si Leonardo no termina cerrando la única renovación que ahora le preocupa, la de Kylian, lo de Kurzawa pasará a un segundo plano en 2022.