El sueño de Al-Khelaifi, debilitado: Neymar y Messi conmocionan al PSG
El conjunto parisino sigue encadenando críticas por su rendimiento en el terreno de juego
Es innegable que el estado de ánimo que atraviesa el PSG a día de hoy es totalmente opuesto al presenciado en París hace poco menos de un mes, cuando Nasser Al-Khelaifi ya había oficializado el fichaje de Messi y cuando en los últimos instantes del mercado veraniego logró retener a Kylian Mbappé. A pesar de que el conjunto galo ha reforzado su plantilla a las mil maravillas y cuenta con el tridente ofensivo más temido del mundo, las sensaciones que está dejando el equipo en estos primeros compases del curso han desencadenado muchas críticas a la entidad y, sobre todo, a dos de los componentes en esa parcela ofensiva, Neymar Júnior y el propio crack argentino.
Tanto el brasileño como el rosarino han comenzado el curso dejando más sombras que luces sobre el césped y el primer tropiezo europeo ya hizo saltar las alarmas en París. El empate cosechado contra el Brujas en el primer partido que la ‘NMB’ partía como titular dejó consternados a unos aficionados que, tras las dificultades evidenciadas por el equipo en los dos últimos choques de la Ligue 1, tienen motivos más que de sobra para preocuparse.
Como veníamos comentando, Neymar y Messi, además de Mauricio Pochettino, son los grandes señalados en el PSG ya que su rendimiento dista enormemente de ser el esperado. El brasileño solamente ha anotado un gol en los cuatro partidos disputados, y de penalti, mientras que ‘La Pulga’ ni siquiera ha estrenado su casillero de dianas con su nueva elástica.
Es cierto que, a pesar de no estar rindiendo a su mejor nivel, el PSG cuenta todos sus partidos en el campeonato doméstico por victorias, pero en la Champions league se podría consumar otro descalabro el próximo 29 de septiembre cuando el Manchester City visite el Parque de los Príncipes con motivo de la segunda jornada europea.
Es más, la decisión que tomó el técnico argentino con Leo Messi en el encuentro contra el Olympique de Lyon no ha hecho otra cosa que caldear más el ambiente de un vestuario que está viendo cómo está desapareciendo de muchas quinielas de entre los candidatos a ganar la Champions League, el gran sueño de Nasser Al-Khelaifi: conmoción total y preocupación máxima.