Encrucijada de un Luis Enrique desorientado: Asensio y Dembélé meten en un lío a Nasser Al-Khelaïfi
La llegada de Gonçalo Ramos y la continuidad de Mbappé lo cambia todo
Hace poco más de un mes atrás costaba pensar que Kylian Mbappé seguiría siendo jugador del PSG esta temporada, pero la postura del delantero galo ha sido muy clara en todo momento: quiere cumplir su contrato con el club, algo que ha revuelto los planes de Nasser Al-Khelaïfi y Luis Enrique en lo que a la confección de la nueva plantilla se refiere.
Previendo que el ‘7’ abandonaría París, Al-Khelaïfi puso en marcha varias operaciones que terminaron traduciéndose en los fichajes de Marco Asensio, Kang-in Lee o Gonçalo Ramos, pero esta cadena de incorporaciones es hoy un gran problema con el que tendrá que lidiar Luis Enrique por la abundancia de efectivos de ataque de la que dispone el asturiano.
El fichaje de Ousmane Dembélé ha acabado por complicar las cosas mucho más al técnico español ya que, sobre el papel, tanto Mbappé como El Mosquito ocuparán dos de los tres puestos destinados al tridente de ataque, quedando uno vacante que, hipotéticamente, cubriría Randal Kolo Muani si Al-Khelaïfi logra llegar a un acuerdo con el Eintracht de Frankfurt, club que no aceptará una oferta inferior a los 100 millones de euros.
En tal caso, muchos aficionados del PSG ya se están preguntando por qué se han cerrado fichajes como los de Asensio o Kang-in Lee si, a priori, el PSG no tiene tantas necesidades en esta línea. Es cierto que estas dos incorporaciones no han acarreado un gasto demasiado alto para el club, pero ambos futbolistas dieron el "sí" a Nasser con vistas a ser importantes en el proyecto y, tras los fichajes de Dembélé y Gonçalo Ramos y la casi garantizada presencia de Mbappé en el vestuario, vivirán un ostracismo deportivo que provocará una infinidad de quebraderos de cabeza a su entrenador.
Además, cabe señalar que Luis Enrique también dispone en sus filas de Julian Draxler, Hugo Ekitiké o Ilyes Housni, siendo estos dos últimos jóvenes futbolistas sobre los que el jeque catarí ha depositado muchas esperanzas de futuro, pero quienes tendrán muy complicado hacerse con minutos este curso por la dura y amplia competencia existente dentro del vestuario.