Golpe a Mourinho y el Barça de Al-Khelaïfi y Luis Enrique: el giro del PSG, clave con Messi y Neymar

El entrenador español pasa, según informaciones francesas, a prioritario en París: con él, la MSN ganó la última Champions del Barça

Golpe a Mourinho y el Barça de Al-Khelaïfi y Luis Enrique: el giro del PSG, clave con Messi y Neymar

Cuando parecía que todos los caminos, llevados por la urgencia de un proyecto tan atípico y volátil como el del Paris Saint-Germain, construido año a año a golpe de talonario, llevaban a eso, a contratar al apagafuegos europeo por excelencia, José Mourinho, el PSG da un giro de la mano de Al-Khelaïfi y coloca como máximo favorito al puesto de entrenador último técnico que dio una Champions al Barça; el último que hizo funcionar al binomio Neymar-Messi, es decir, Luis Enrique.

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El exseleccionar de España, uno de los mejores entrenadores del plantea, pasa así a formar parte del corto elenco de posibles recambios a un Christophe Galtier al que le ha venido grande un cargo devorador de entrenadores, como es el del líder del banquillo del Parque de los Príncipes. El carácter y la forma de jugar de Luis Enrique son valorados en este cambio de guion; no en vano, como decimos, supo en su día meter en cintura al argentino y el brasileño, por entonces junto a Luis Suárez, y lograr un equipo indestructible, como fue ese Barcelona de 2015, en pegada seguramente superior a los ‘Barcelonas’ de Pep Guardiola.

En las antípodas

Lógicamente extraña que dos de los favoritos a ocupar el banquillo y de cara a este mercado de fichajes disten tanto en su idea del fútbol. Mourinho, un entrenador de una potencia mediática indudable, basa su éxito en la rocosidad defensiva y en un fútbol de contención, muchas veces en bloque bajo descarado. Por su parte, Lucho es todo lo contrario, lo suyo es sumar efectivos de la máxima calidad a la zona de construcción y, desde el balón, con una defensa muy adelantada, arrebatarle el pulso del esférico al rival. Es lo más parecido a Guardiola que existe.

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Ambos han triunfado en sus carreras, ambos son campeones de Europa y los dos poseen carácter suficiente como para hacer claudicar los egos del vestuario parisino; ahí sí que no van a ganar los futbolistas. Sin embargo, este paso al frente del gigante francés por el entrenador español es una declaración de intenciones, una que ya se especula si no perseguirá lo imposible: hacer que Leo Messi se quede una temporada más en París, no vaya a LaLiga y que junto a Neymar, esta vez con Mbappé (seguramente) al lado (que no es mal compañero) y no Luis Suárez, vuelvan a intentar gobernar Europa. En el FC Barcelona tiemblan con ello.

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