La batalla que Pochettino no vio venir en su PSG: están molestos

Se suma al resto de polémicas y hacen muy complicado el día a día en el club

La batalla que Pochettino no vio venir en su PSG: están molestos

Cuando Mauricio Pochettino aceptó el reto de entrenar a un equipo todopoderoso como el Paris Saint-Germain, sabía que las dificultades serían enormes por la complejidad de un vestuario con tanta estrella ya consagrada. En estos casos la gestión de vestuario es clave y Pochettino era consciente de ello. Le iba a ocurrir lo contrario que le sucedió en el Tottenham, tendría en una misma plantilla muchos cracks y muchos egos juntos.

Hasta aquí todo conocido. Ahora bien, con lo que no contaba Pochettino era con que esas batallas se llevasen también a puestos donde, a priori, no suelen darse tanto salvo que sea el propio equipo el que se pegue un tiro en el pie, como es el caso de la portería. En este puesto lo normal es contar con un guardameta titular y un suplente de cierto nivel, que asuma su rol y que luche por ganarse el puesto de titular.

Momento en el que se conocieron Donaruma y Navas

Lo que hizo el PSG firmando a Gianluigi Donaruma el pasado verano y manteniendo a Keylor Navas en la plantilla fue juntar a dos porteros de nivel top donde ambos se sienten titulares y con galones suficientes para ser el arquero que defienda la portería parisina. Y con ello, se estaba sembrando el problema del futuro: el choque entre los dos porteros.

Ha sido Donaruma el primero en hablar, afirmando que "no afecta a mi rendimiento, pero me 'molesta'. No es fácil porque estaba acostumbrado a jugar de titular y a veces me duele estar en el banquillo, pero estoy seguro de que la situación se resolverá”. Con estas palabras el portero italiano reciente Campeón de Europa ha reconocido que está molesto con la situación y que espera que se resuelva pronto.

Lo cierto es que hasta la fecha Keylor Navas está jugando más minutos que Donaruma y este no lo está llevando nada bien. Por su parte, a Keylor no le gusta que el portero que menos juega lo diga así en público, pues entiende que es una batalla deportiva y que debe ser el entrenador el que decida, aceptando la decisión de este.

Pochettino, que estaba preparado para batallar con los egos de los Kylian, Neymar, Icardi, Messi y compañía ahora ve como esta lucha se traslada también a la portería. El entrenador argentino había probado la otra cara, la de un vestuario sin estrellas (con la excepción de Harry Kane) y ahora está saboreando la parte amarga del otro extremo, tener a demasiadas en un único equipo.