Laporta juega su as en la manga con Messi y Antonela Roccuzzo: Al-Khelaïfi no vio el 'peligro Barça'
El argentino se ve, de pronto, sin equipo y el Barça es el único que haría todo por él
El problema en el PSG es profundo y las soluciones no se están haciendo esperar, algunas con implicaciones dramáticas para Leo Messi, que ha pasado de ser el eje y motor de su renovación con el club a ser poco menos que empujado a una salida forzosa. Es cierto que Messi no está por la labor de renovar, pero también sabe que el club le ha cerrado la puerta a esa posibilidad, quieren un cambio. Por eso Messi ahora se ve sin novias, salvo la única, la más recurrente, la de toda la vida.
No hablamos de su mujer, Antonela Roccuzzo, con la que el amor incondicional del crack está asegurado, sino del FC Barcelona, la entidad que lo construyó como jugador, estrella y leyenda. Este movimiento, que parecía cerrado para el futbolista, se abre, aunque como una rendija. Nombrar a la pareja de Messi y su familia es fundamental en esta vía, porque será un argumento de peso en el próximo paso del astro, según nos cuentan: que el próximo destino guste a su entorno es crucial. Y Barcelona siempre fue un reducto perfecto.
El presidente y la economía, un problema
No podemos negar que la vía Messi con el Barça ahora se ha abierto, pero no lo duden, esta senda por ahora no es más que un estrechísimo sendero, lo cierto es que el sudamericano tiene en mente otras posibilidades, como la MLS y Miami junto a Beckham, que, por cierto, entusiasma a Antonela. Lo único que deja posibilidades al Barça y se las quita al Inter del estado de Florida es la competitividad: Messi se ve con fuerzas aún de jugar en Europa; más que con fuerza, desea jugar en Europa, y eso lo cambia todo.
Lo cambia porque no tiene más ofertas en firme del entorno Champions que la mano tendida de Joan Laporta, esa que se prometió a sí mismo que no volvería a estrechar ¿Entonces? Messi debería plegarse al mandatario para ceder en dos aspectos: uno, para el sí a quien lo echó; el otro, para cumplir con el fair-play financiero de LaLiga, y eso sí es un problemón porque para Messi sería renunciar a un porcentaje altísimo de su sueldo. Sin ir más lejos en EEUU o Arabia Saudí podría ganar bastante más de cuatro veces de lo que este nuevo Barça se puede permitir. En el PSG, sobre todo Al-Khelaïfi, no se esperaban este paso al frente del Barça pero por ahora lo ven como una anécdota porque no creen que pueda hacerse. Eso sí, la única carta del fútbol europeo sobre la mesa de Messi es la blaugrana, y eso cuenta. El anunció de su decisión no tardará en llegar.