Proyectado como Fede Valverde, costó 60M y tras su fracaso, Luis Enrique aprueba su venta del PSG
El conjunto parisino fichó al uruguayo como una promesa y su decepción ha sido total
Semanas después de confirmarse la salida definitiva de Kylian Mbappé, en el PSG ya trabajan con la certeza absoluta de que no contarán con su gran estrella. Sin embargo, lejos de fichar grandes nombres sin sentido alguno, Nasser Al-Khelaïfi y Luis Enrique están definiendo, poco a poco, el futuro del PSG. Un futuro en el que no se espera que esté Manuel Ugarte, que, tras decepcionar de forma preocupante, tiene muchos números de dejar el club.
Pese a haber llegado como una gran promesa, y con la ilusión de convertirse en un talento uruguayo del calibre de Fede Valverde, Ugarte ha sido incapaz de desarrollar su juego en el PSG como le hubiera gustado, pues nunca acabó de asentarse como el titular que hubiera esperado ser.
Ante esta situación, el Manchester United, que está trabajando duramente para reforzar la posición de pivote, se ha fijado en el uruguayo, el cual, según informa L’Équipe, podría ser la elección de Erik Ten Hag como recambio de Casemiro en el conjunto de los diablos rojos.
Luis Enrique no se opondrá a la venta
Ni la juventud ni el potencial latente en Manuel Ugarte, parecen ser suficiente para convencer a Luis Enrique para quedarse al uruguayo ante las ofertas para ficharlo. En este sentido, todo dependerá de las expectativas económicas que tenga Nasser Al-Khelaïfi, que ya sabe que, en el aspecto puramente deportivo, Lucho no le pondrá ninguna pega si acepta la venta del charrúa al Manchester United.
En este sentido, pese a que los parisinos ya habrían rechazado una primera oferta, no hay nada descartado ni cerrado, pues los motivos eran la baja cifra que ofrecieron desde Old Trafford.
Así pues, mientras que Luis Enrique ve a Manuel Ugarte como un futbolista más y sin tintes de ser un crack mundial como su compatriota, Fede Valverde. En el Manchester United se ven con capacidad para reflotar la carrera de un futbolista que llegó a París como una estrella emergente desde el Sporting de Portugal, por el que pagaron la asombrosa cifra de 60 millones de euros. Cantidad que, seguro que el Manchester United no aceptará alcanzar.