El PSG golpea con un crack sorpresa, ¡ofensiva total!

Su salida dinamita La Liga y la Serie A, ¡va a traer cola y un último crack cambiará de aires!

El PSG golpea con un crack sorpresa, ¡ofensiva total!

Hacía tiempo que se intuía que el PSG andaba tras la pista de ciertas piezas y que, siendo el club más poderoso económicamente del mundo a efectos de posibilidad de realizar desembolsos récord, estaba demasiado parado. Nasser Al Khelaifi fue quien provocó con los fichajes de Kylian Mbappé y Neymar Junior que el mercado se disparara, algo a lo que contribuyó también, y especialmente, el Barça, que contratacó con la llegada de Phillipe Coutinho y Ousmane Dembele.

Pero desde París, sobre todo tras el fiasco de la Liga de Campeones y con los planteamientos de su entrenador Thomas Tuchel en mano, ahora saben que para conquistar el cetro europeo o al menos optar a ello no basta con dinero, hacen falta jugadores de categoría mundial pero también compromiso y grupo.

Por eso en la capital de Francia están ansiosos de vender a Neymar, que no aporta, y reinvertir ese dinero en jugadores que sumen a la causa u obtener de esas piezas en un hipotético intercambio negociado en la salida del carioca. Y tienen a varios jugadores en su punto de vista. Del Madrid gustan Gareth Bale y James Rodríguez, que podrían entrar en la operación con Florentino Pérez por el brasileño, pero hay otros futbolistas que el Madrid no puede ofrecer.

James Rodríguez, con el Madrid

Sí el AC Milan, que además está preparado para vender a una de sus estrellas y con esa transferencia fichar a uno de los futbolistas pedidos por Marco Giampaolo. Y el elegido por el PSG es Gianluigi Donnarumma, que vendría a sustituir a Kevin Trapp, firmado por el Eintracht de Frankfurt, por el que los franceses descargarían 60 millones de euros con los que el Milán iría directo a pasar por caja del Wanda Metropolitano por Ángel Correa. Operación a tres bandas beneficiosa para todos, especialmente para un Atlético de Madrid que podría invertir el dinero de Correa en su guinda del pastel: ¿James o Christian Eriksen?