El PSG prohíbe los viajes de Sergio Ramos
En el club parisino no van a pasar por alto el capricho del sevillano
El pasado martes tuvo lugar un hecho noticiable para Sergio Ramos y para su actual club, el Paris Saint-Germain: el ex capitán del Real Madrid entró por primera vez desde que fichó por el PSG en una convocatoria oficial. Se trataba de un partido especial puesto que los de Pochettino se medían al también todopoderoso Manchester City para jugarse el primer puesto del grupo.
Por primera vez se pudo ver a Ramos sentado en el banquillo del PSG y ello daba la posibilidad de que el camero debutase si el técnico argentino le concedía unos minutos. Pero el partido estuvo en todo momento dominado por el City y el elevado ritmo al que se jugó hizo que Pochettino optase por no meter a Ramos en un encuentro de tanta intensidad cuando aún no tiene ritmo de competición.
Parece por fin que el debut de Ramos está ya muy cerca. Es cierto que se lleva con la misma cantinela semanas o incluso algún mes (el 5 de mayo jugó su último partido oficial) pero, tras su primera convocatoria, ahora tiene pinta de qué es la buena.
Llegue este fin de semana o unos días más tarde, lo que el club galo ya le ha comunicado a Sergio y a su entorno es que los viajes constantes del español a tierras andaluzas no pueden seguir sucediendo. Y es que Sergio ha continuado desplazándose siempre que tenía ocasión a Bollullos de Militación. Allí tiene la Yeguada SR4, su proyecto más ambicioso fuera del deporte: cerca de 50 caballos de pura raza española.
Es verdad que Ramos realizaba ya estos viajes cuando era jugador del Real Madrid, pero entonces jugaba y rendía como todo un líder y por eso el club presidido por Florentino Pérez no objetaba nada. Ahora la situación es bien distinta. Tras casi medio año en París su debut sigue sin llegar y Al-Khelaifi no está dispuesto a verle viajar constantemente mientras el equipo no dispone de uno de los mejor pagados de la plantilla.
Sergio deberá centrarse en su club si quiere que la historia francesa tenga un final feliz y no uno muy feo que además llega antes de tiempo con forma de despido.