Traca final de Al-Khelaïfi y Luis Enrique, anuncio inminente: pacto con Mbappé e inversión de 102,9M
El PSG hará un cambio armónico, sumando gol y recursos, ganando dinero y creando un equipo a merced de Lucho, que es lo que quieren en París
Que Luis Enrique es un magnífico entrenador, lo sabemos; que ha conseguido poco a poco, yarda a yarda, ganarse a la complicada afición parisina, también empezamos a comprobarlo, pero es que además ya se ha salido con la suya: contenta a Al-Khelaïfi y Kylian Mbappé a la vez en la actualidad, logrando dar un zarpazo a Europa, y se sale con la suya acerca de sus planes en el club galo de cara a la temporada 24/25.
Cauto, aunque mordaz, no disimulado pese a llevar la estrategia siempre medida, Lucho es uno de los cuatro entrenadores que puede llevarse la Champions League esta campaña y uno de los dos únicos, junto a Carlo Ancelotti, que puede hacerlo con triplete (Xabi Alonso podría lograrlo pero en la Europa League); es más, el puede conquistar cuatro títulos, ya que es virtual campeón de la Ligue 1 y ya se ha llevado la Coupe de France y la Trophée des Champions. Y si esto le sale redondo, también lo que se viene en la 24/25.
El fichaje por el 7 saliente
Hay un pleno convencimiento en París con el fichaje que se hará una vez Mbappé salga del equipo y eso que con solo firmarlo casi sentencia el PSG a algunas de las incorporaciones del pasado verano, seguramente a Gonçalo Ramos, pero lo cierto es que Victor Osimhen es el elegido. Es cierto que el futbolista también coquetea con el Chelsea, pero está de acuerdo en marcharse a París visto que los blues no jugarán en Europa. Por ello, el equipo galo ya reserva 102,9 millones de libras esterlinas, unos 120 millones de euros para hacerse con el goleador del Nápoles. Todo cuadra.
Así, gane la Champions League actual o no, Luis Enrique se ha salido con la suya: nadie daba un duro porque su equipo llegara más lejos que el que formó el club con Neymar, Messi y Mbappé, más tras la derrota ante el Barça, y lo ha hecho; nadie pensaba que podía enchufar a Mbappé en el año de su adiós, y ahí está, y encima todo hace indicar que la transición entre el crack saliente y el entrante no solo será armónica, sino que aportará más matices al equipo, que además llevará una única firma, una de autor, la suya.