Tuchel pide a Vinícius y rompe la relación de Florentino y Al-Khelaifi

Cuando el Paris Saint-Germain perdió el domingo la final de la Liga de Campeones, hay muchos aficionados al fútbol que se alegraron, principalmente porque hay una opinión extendida en según qué sectores en torno al balompié que sostienen que el club parisino es una entidad artificial, creada al amparo de los petrodólares y sin función histórica. Sea así o no, lo importante es que el PSG tiene y quiere a los mejores jugadores del mundo, y este fracaso ha puesto de nuevo a temblar a Real Madrid y Barcelona.

Porque tanto culés como blancos tienen razones para temer un posible ataque parisino sobre dos estrellas de uno y otro equipo que representan, hoy por hoy, símbolos (cada uno a su manera) de los respectivos gigantes de la liga española. El del Barça es Leo Messi y las palabras de Thomas Tuchel alabando una posible incorporación del argentino al cuadro del Parque de los Príncipes llamaron mucho la atención en Can Barça, donde no ha gustado ese atrevimiento.

Pero el entrenador bávaro podría simplemente haber elogiado la figura de un Messi que es, posiblemente hasta que él quiera, patrimonio culé. De esta forma el míster del campeón francés estaría más bien poniendo sus miras en el Real Madrid, donde ve futuro y relevancia en la figura de Vinícius Júnior, al que el Paris Saint-Germain trataría de atar con diferentes estratagemas, entre las que están Zinedine Zidane y Neymar Júnior.

Sobre el primero, el PSG quiere sacarle al joven extremo del Madrid el hecho de que nunca ha contado con él en las citas más trascendentales, salvo honradas excepciones y que en el Madrid siempre vivirá a la sombra de Eden Hazard u otros futbolistas. Por otro lado, los galos esperan que el hecho de poseer en su plantilla al ídolo de Vini, como es Neymar Júnior, sirva de cauce de entendimiento entre el jugador de uno y otro equipo. Con todo, solo la intención expresa del joven jugador brasileño haría que el Madrid se planteara su salida, de lo contrario se remite a su cláusula: 700 kilos.

Este acercamiento, no obstante, es percibido en Madrid como una señal de nerviosismo por un Mbappé que estaría pensándose salir.