Amenaza al reinado de Pelé, Zidane y Maradona de 2 cracks ‘Mundiales’

A menudo se fija en las cifras y los goles el valor de un jugador, lo que da pie a pensar que O Rei Pelé puede ser el mejor de siempre. Como Messi, como CR7. Otras veces es la calidad técnica, la genialidad, la magia, la que marca el camino para baremar qué jugador fue el mejor, donde en lo puntual seguramente Maradona tenga mucho que decir. También se suele introducir en este eterno debate el número de títulos, sobre todo con los clubs, y todo ello es discutido y discutible, pero si hay algo que sí juega un papel clave en el debate con Pelé, Maradona o Zidane es la Copa del Mundo. Ellos la tienen, y eso lo cambia todo.

Decidir que un jugador de una época diferente y un fútbol anterior es mejor o peor que uno actual resulta en cierta forma irreal e injusto, máxime cuando hablamos de un deporte colectivo que ha cambiado mucho (tipos de lesiones, condiciones del césped, etcétera) y que se nutre de la herencia. Es decir, posiblemente no habría existido Messi sin Maradona, pero tampoco sin Iniesta y Xavi Hernández, al menos al nivel que lo conocemos. Tampoco CR7 podría haber logrado todo lo que ha conseguido, sobre todo en el Real Madrid sin Benzema y Modric o Toni Kroos, pero, ¿alguien se imagina el club blanco de los 14 título europeos sin Di Stéfano?

Y hablamos del argentino y el portugués porque se asoman al ocaso de sus carreras con la meta de Qatar entre ceja y ceja. Con ellos sí hay debate porque lo merecen. Para muchos aficionados al fútbol, al menos para algunos de los jóvenes, Messi es el mejor de siempre, pero esta opinión solo podrá alcanzar un eco casi unánime si se lleva la copa de copas. Maradona lo hizo y Zidane también. Pelé tiene tres mundiales… ¿Es peor el 30 del PSG que ellos? No, seguramente no, pero, ¿podemos decir que es mejor?

Por otro lado, CR7 reúne muchos menos adeptos cuando se trata de englobar a todos los aficionados del balompié; ahora bien, crecería mucho el debate si Portugal se lleva la Copa del Mundo. Seguro.

Estas líneas no vienen a decantar una balanza que posiblemente siempre estará abierta en torno al debate sobre mejor de siempre (uno que en cierta forma es estéril), lo que sí recalcan es que dos monstruos modernos de este deporte como son Messi y Cristiano Ronaldo tienen ante sí en Qatar la oportunidad de sus carreras. Ellos vienen avalados por los números, por los éxitos, pero sumar a su respectivo palmarés la Copa del Mundo lo cambiaría todo. Y es sí es un hecho.