Amistad rota entre Leo Messi y Luis Suárez: la tetracampeona 'on-fire'

La controversia que los uruguayos mantienen con la FIFA por las cuatro estrellas que hondean en su escudo habla ya de por sí de la importancia que el pequeño país sudamericano tiene en la historia del fútbol mundial y sobre todo de los mundiales. Ya sean cuatro o dos entorchados, Uruguay pasa por ser uno de los equipos que más y mejor han competido en la cita de citas a lo largo de la historia y sin embargo ahora, cuando tienen una generación de oro, están a un paso de quedarse fuera de la Copa del Mundo. O lo que es lo mismo, paradójicamente Leo Messi puede dejar fuera a Luis Suárez.

Y eso equivale a que hoy la garra charrúa y la albiceleste serán enemigas ancestrales, a vida o muerte, en el Estadio Campeón de Siglo (0.00, hora española). Uruguay ha llegado a esta situación tras una concatenación de errores -la última, la goleada encajada ante Brasil (4-1)- que llevan a los charrúas a una situación desesperada, en la que deben ganar los dos duelos de este parón, frente a la propia Argentina y ante la siempre complicada salida Bolivia, como visitante.

Por su parte el equipo argentino llega al partido con una cómoda ventaja (25 puntos), siendo segundo tras la apabullante Brasil (34 puntos) y por delante de Ecuador, tercero con 20 puntos. Chile cierra el grupo de clasificados mientras que Colombia y Uruguay, estos tres últimos con los mismos puntos, 16, estarían fuera de las cuatro primeras plazas. Tengan en cuenta que solo el quinto acude a la repesca, mientras que ahora son los chilenos quienes ocupan la última plaza que otorga billete directo al Mundial.

Cuatro coronas

Y decimos que sería una lástima ver caer del Mundial al equipo de Luis Suárez, más si es Messi, su amigo del PSG, quien lo propicia, porque los Giménez, Valverde, Cavani y compañía acumulan importantes esperanzas sobre sí y ver caer a una generación de oro sería trágico para el país. Además, Uruguay es un clásico, ya que los dos títulos oficiales que posee son realmente cuatro si nos ceñimos a sus triunfos en los Torneos Olímpicos de Futbol de París y Ámsterdam que los uruguayos se llevaron en 1924 y 1928 cuando la Copa del Mundo aún no existía y solo estos certámenes hacían las veces de tal cosa; amén, como decimos, de la buena imagen que siempre suelen dejar.