Otra farsa de Francia: Mbappé, Maradona, Henry y nueva historia negra
El once del gallo de nuevo favorecido por los árbitros en un error garrafal
Lamentablemente la final de la Liga de las Naciones de la UEFA, en plena era de la tecnología y el vídeo arbitraje, no pasará a la historia por ser un partido del máximo nivel, con grandes acciones futbolísticas ni recursos técnicos deslumbrantes, sino por el error garrafal del árbitro y el vídeo arbitraje que permitió a una Francia inferior a España llevarse injustamente un título que sabe a farsa. Y en este caso los franceses son reincidentes, siendo esta vez Mbappé el señalado por la historia negra. Él saldrá en la foto, para bien o para mal.
No es cierto que la hemeroteca y la memoria, con todas sus lagunas, no vaya a recordar los contextos más allá del nombre del vencedor del título en cuestión, que casi es lo de menos, ya que para el aficionado medio al mundo del fútbol el segundo gol de Francia ayer, justo cuando peor lo estaba pasando ante una España superior, fue en fuera de juego clamoroso. Y es una opinión objetiva e inapelable: cuando el balón sale de la bota de Theo Hernández, Mbappé está adelantado a Eric García. Punto.
Se pueden después tratar de dar una y mil interpretaciones de normas o conceptos, pero lo cierto es que el gol de Mbappé debió ser anulado y el partido, que estaba equilibrado a golpes, se hubiera ido a un destino del que fue privado el aficionado. Y, como decimos, Francia es reincidente en los favores arbitrales, ya que allá por 2009 los galos conseguían el pasaporte para el Mundial de Sudáfrica 2010 con una mano cristalina de Thierry Henry que valdría el gol del pase ante Irlanda.
El gol del Mbappé ayer, como el Henry, no encumbra a Les Bleus, sino que simplemente les concede una corona que no merecen. Tampoco debieron de subir al marcador otros goles que forman parte de la historia negra del fútbol, como la mano de Dios de Diego Armando Maradona a Inglaterra (después llegaría el mejor gol de siempre), el piscinazo de Arjen Robben ante México en el Mundial de 2014, el gol no cobrado a Frank Lampard en Sudáfrica 2010 ante Alemania o el gol anulado a España por Gamal Al-Ghandour ante Corea del Sur en 2002. Eso sí, el del Mbappé es quizá el más grave de todos, ya que es el único de estos con el que se podía haber hecho justicia tras un error humano. El fútbol tecnológico dio un paso atrás ayer.