Ridículo de Luis Enrique y exigen 3 cabezas: España y Barça, tocados
Desastre de La Roja en Suecia que deja contra las cuerdas sus aspiraciones de participación en la Copa del Mundo
Hay múltiples razones para ser pesimistas con la España de Luis Enrique y en casi todos los escenarios posibles el técnico sale señalado como claro culpable del paso atrás histórico del combinado hispano, que por primera vez desde 1974 puede quedarse sin acudir a la cita mundial. El desastre, además, pudo ser mayor, ya que las facilidades defensivas fueron infinitas. Por ello hay tres señalados claros, además del técnico, quedando el Barça de nuevo estigmatizado.
Y eso que España comenzó ganado el partido, pero la fragilidad defensiva que aparentan Aymeric Laporte y Eric García como pareja, especialmente este último, hizo rapidísimamente acto de presencia y permitió a Isak empatar el partido tras un mal control de Sergio Busquets, que es otro jugador contra el que se cebó especialmente la afición española. Ayer a Suecia le bastaba con lanzar balones largos para desarbolar al centrocampista del Barcelona y a un Koke absolutamente perdido.
El resto de las deficiencias ya las pusieron Eric García y César Azpilicueta, ambos desarmados en todo momento por un Dejan Kulusevski al que los dos primeros hicieron mejor de lo que es. De hecho, en la segunda mitad solo la falta de calidad y acierto de los suecos hizo que el marcador no fuera más abultado en su favor. Así, Eric García, Busquets y Koke quedaron cruzados para la afición, que vio como un centro del campo sin ritmo ni físico se desmantelaba con pases directos, un arma fácilmente rechazable por cualquier sistema defensivo de primer nivel, salvo el español. De ahí que no se entiendan las suplencias de Marcos Llorente o Adama Traoré, que en los pocos minutos que tuvieron sobre le césped pusieron más ritmo y crearon más peligro que en todo el resto del partido gobernado sin ninguna profundidad por Busi y Koke.
Por todo ello, porque España en la pasada Eurocopa no ganó ningún partido holgado y sufrió en todos, salvo contra la debilísima Eslovaquia; por las extrañas convocatorias de Luis Enrique; por como este confía ciegamente en Koke y sobre todo Busquets; por obcecarse con Eric García, y por poner a España al borde del colapso en un grupo ciertamente muy asequible, la afición no hace prisioneros y quiere la cabeza del seleccionador, de los dos centrocampistas y del nuevo central del Barcelona, con el que las redes sociales fueron taxativas.
Lo cierto es que España, ahora mismo, es una selección de segundo orden, como Suecia; esa es la verdad, lo que hace especialmente amargo el trago para los hinchas españoles.