Aubameyang se queda, él no: la pieza del Arsenal que llama al Barça

El Arsenal ha logrado un golpe importante quedándose a su capitán y estrella del equipo, Pierre-Emerick Aubameyang, que ha renovado su contrato. Todo un éxito, teniendo en cuenta su influencia en el juego, y la cantidad de goles que ha marcado desde que llegó, en enero de 2018. Prácticamente tres años se cumplen desde que aterrizó, procedente del Borussia Dortmund, a cambio de un dineral, que, sin duda, ha quedado amortizado.

Eso si, no se han cumplido los objetivos, ya que no han peleado por la Premier League, ni se han clasificado para la Champions League, que hace mucho tiempo que no disputan. Ahora, con Mikel Arteta, confía en que las cosas mejoren, y vuelvan a estar entre los cuatro mejores del país. Y le tienen preparados varios fichajes bomba, como el de Ousmane Dembélé, por el que se ha rumoreado que tienen un gran interés, y pueden hacer una oferta en verano, o incluso, en enero.

El crack del Barça sería un gran refuerzo, y se sumaría a los que han hecho este verano, como Dani Ceballos, Thomas Partey, Gabriel Magalhaes… aunque la llegada de ‘el Mosquito’ supondría un duro varapalo para otro jugador. Ese es Nicolás Pépé, al que no le quedaría otro remedio que hacer las maletas, ya que se quedaría sin hueco en la plantilla. Porque, si a día de hoy tiene un rol completamente secundario, solo hace falta imaginarse como será con el campeón del Mundial de Rusia.

Fichado desde el Lille en 2019, a cambio de unos 80 millones de euros, llegaba con grandes expectativas. Porque fue elegido como MVP de la Ligue 1, por delante, por ejemplo, de Kylian Mbappé. Pero el internacional con la selección de Costa de Marfil no se ha adaptado al futbol inglés, y ha sido suplente para los tres técnicos que ha tenido. Y su rol ahora es de un mero revulsivo, que entra en las segundas partes, y que deja algún que otro destello.

No está feliz en el cuadro ‘gunner’, y si llega Dembélé, no dudaría en irse. Es más, podría formar parte del trato.

Una opción que no convence a Josep María Bartomeu.