Desgarrador “no” a PSG y Liverpool del mejor central de la generación de Balde, Musiala y Bellingham
El inglés del 2003 no abandonará Stamford Bridge
Si miramos a Jude Bellingham y Jamal Musiala encontramos a dos de los mejores futbolistas de a la temporada ya que, a pesar de su juventud, se han convertido en los máximos refrentes de sus respectivos clubs, Real Madrid y Bayern de Múnich, aunque a decir verdad la dinámica que vive el conjunto alemán es de lo más preocupante.
En tal caso, Musiala y Bellingham comparten algo más que talento sobre el césped, su edad. Ambos nacieron en el año 2003 y, junto a Alejandro Balde, bien pueden catalogarse como los grandes de esta generación, una generación en la que, no obstante, también es merecedor incluir a Levi Colwill.
El central inglés formado en la cantera del Chelsea y blindado hace relativamente poco por Todd Boehly hasta 2029 está siendo uno de los nombres propios de la temporada de los blues. Dentro de los innumerables problemas que está atravesando el conjunto dirigido por Mauricio Pochettino, Colwill es una de las escasas notas positivas que está dejando la campaña del Chelsea y sus prestaciones en el apartado defensivo han permitido al equipo encadenar buenos resultados en estos dos primeros meses de 2024, aunque insuficientes para dar un salto de magnitud en la clasificación.
En tal caso, las magníficas actuaciones de Colwill han originado el interés de dos colosos europeo en negociar su incorporación el próximo verano, PSG y Liverpool, pero no parece que ninguno de estos estos vayan a poder concretar algún tipo de acuerdo con el Chelsea a raíz de un informe filtrado por Standard: según el rotativo británico, el club capitalino cerrará la puerta al defensa de 20 años aludiendo un grado de importancia mayúsculo en el proyecto que intentará devolver a los blues a la cima europea en los próximos años.
Su poderío en el juego aéreo y su velocidad para interceptar las ofensivas de los equipos rivales hacen de Colwill todo un central de mucha fiabilidad, pero es que, además, a pesar de su juventud, y lejos de ponerse nervioso en la salida del balón, el de Southampton atesora un criterio envidiable para sacar jugador el esférico sin necesidad de recurrir al ‘patadón’.
De ahí que el joven de 20 años se haya revalorizado exponencialmente esta temporada, fijándose ahora mismo su precio en 55 millones (según indica Transfermarkt) y convirtiéndose en uno de los futbolistas de oro de su generación con los citados Musiala, Balde y Bellingham.