El nuevo Barça ve la luz: 140 kilos, Dembélé y traspaso o canje récord
El presidente entrante tiene una operación en enero muy satisfactoria, el Manchester United en el ajo
Da igual que el Manchester United haya conseguido ganar en el Parque de los Príncipes al Paris Saint-Germain en la primera jornada de la Liga de Campeones, es indiferente que después goleara al RB Leipzig en la segunda jornada del Grupo H (5-0) en Old Trafford. Todo eso es ya irrelevante para el CEO del club, Ed Woodward, y el resto de responsables de la entidad red devil, y lo es porque quieren cambios profundos entre sus estrellas en este mercado de invierno debido a que el equipo es decimosexto en la Premier League con tres derrotas en seis partidos. Y el Barça tiene el canje que buscan.
Ousmane Dembélé ya ha estado en el pasado en la agenda del equipo de los diablos rojos y ahora vuelve a estarlo ya que ni entra con rotundidad en los planes de Ronald Koeman ni Paul Pogba está solucionando grandes cosas en el Manchester United, por lo que desde la disciplina del United se ve con buenos ojos tratar de hacer coincidir ambas circunstancias en el próximo mercado invernal.
Sendos jugadores franceses, aunque ocupan diferentes posiciones del campo, han sido tasados por sus equipos en cifras similares, con un pico algo superior en el caso del centrocampista del United. Así, Dembélé le salió con dirección a Can Barça en su día procedente del Borussia de Dortmud por 105 millones, más 35 en variables, más o menos, mientras que el United tasó a Pogboom en unos 150 kilos, dejándolo este verano en una cantidad cercana a los 120 millones de euros. Por todo ello, las cifras cuadran.
Llámenlo como quieran: podría ser un traspaso o canje millonario al estilo Miralem Pjanic y Arthur Melo, en el que se habla de cifras como un fichaje al uso pero realmente, en el fondo, se trata de un intercambio puro y duro. Por ello, Dembélé, que empieza a sacar la cabeza en el esquema de Koeman, puede ser la pieza que le falta al United, mientras que Pogba es la que le sobra, justo el flujo contrario que puede provocar el 6 de Les Bleus en un Barça al que le falta, entre otras cosas, más músculo en la medular. La ventana invernal se acerca y pese a que hay más convencimiento en esta operación entre los red devils que entre los blaugranas, todo puede pasar.