El partido que puede salvar a Mourinho envuelto en una gran polémica
Guardiola está por medio aunque de momento no se ha pronunciado
El próximo 25 de abril se jugará la final de una de las dos copas de Inglaterra, la Carabao Cup o EFL Cup, la Copa de la Liga inglesa que está abierta a todos los clubes del país que compitan en la Premier League y en la English Football League. En las últimas horas se ha sabido que la final, a disputar en Wembley, como todos los años, se hará con público en las gradas: 8000 espectadores podrán disfrutar del partido en vivo y en directo.
La polémica llega porque tan solo una semana antes, el 18 de abril, se jugará la FA Cup entre el Leicester y el Southampton y en ese partido tan solo se permitirá el acceso a 4000 personas, con el agravante de que todas ellas deberán ser de la ciudad londinense. Sin embargo, de cara al partido que enfrentará a Pep Guardiola y José Mourinho, el público parece ser que si que podrá viajar desde sus localidades de origen (en el caso del Tottenham no será necesario ya que es uno de los dos grandes equipos del norte de Londres, junto al Arsenal).
Esta diferencia, tratándose de una final con tan solo 7 días de diferencia, ha provocado revuelo en el país británico, sobre todo en las ciudades de Leicester y Southampton por lo que entienden es una discriminación en toda regla. El partido, que puede salvar a Mourinho de su marcha precipitada, no para de generar noticias.
Por el momento, Guardiola que vivirá con esta su cuarta final en la Carabao Cup consecutiva, (todas ellas saldadas con victoria, la última frente al Aston Villa todavía con público en las gradas) no se ha pronunciado al respecto y puede que no lo haga puesto que la medida, en este caso, le beneficia. Quizás en otros tiempos el choque de declaraciones entre el catalán y el portugués habría sido mucho mayor, pero en los últimos tiempos las cosas se han calmado, y mucho, entre los dos entrenadores, hasta el punto de ser capaces de mantener una conversación sosegada y relajada.
En tan solo tres semanas el City y el Tottenham se verán las caras con público de su ciudad y Mourinho se estará jugando su continuidad más allá del próximo verano frente a un Guardiola que tiene a mano el doblete y, quien sabe, si el soñado triplete si este año se hace, por fin, con la ansiada Champions League.