Está acordado ¡Tiene nuevo equipo y genera un efecto dominó!
Inglaterra e Italia rompen el juego antes de verano
Lo han decidido tanto uno como otro entrenador y los dos clubes, tanto el británico como el italiano, de quienes va a surgir un doble movimiento que puede ejercer de efecto dominó en Europa, están decididos a llevarlo a efecto. El Inter de Milan, de la Serie A, ha decidido dar el todo por un futbolista del Chelsea y el club de Londres va a hacer lo propio con un jugador de otro grande de Europa, el Porto luso. Los huecos y las piezas entrantes y salientes podrán mover el mapa del continente.
El motivo de tanto revuelo es el interés, necesidad, de Antonio Conte en fichar a Marcos Alonso, el carrilero de los blues, para las próximas campañas y como lateral de un proyecto que apunta alto. Alonso no cuenta para Lampard, por lo que en principio su salida es esperada. Y por eso el club que comanda Frank Lampard ha reaccionado acelerando por una vieja pretensión del entrenador inglés, Alex Telles, del Porto, que se niega a renovar con el club portugués ante la perspectiva de poder disputar la Premier League.
El problema para los nerazzurros y, por consiguiente para los ingleses, es el precio que ha puesto el Oporto a su jugador, una cifra cercana a los 50 millones de euros, ya que Telles tiene contrato hasta 2021. Esta cantidad es mucho mayor de la que ofrecen los transalpinos al Chelsea por el lateral español, que rondaría los 25 millones de euros, lo que descuadra las cuentas de Roman Abramovich, que le va a pedir por lo menos 30 al Inter de Milan.
Si no hay acuerdo por la salida de uno, no lo habrá por la llegada del otro, por lo que resulta clave el interés que todos tengan en estos activos. Tanto el Inter como el Chelsea ansían un propietario de futuro y garantías para sus respectivos carriles izquierdos pero para tenerlos ya saben todos que tendrán que rascarse el bolsillo. Hay, eso sí, un factor determinante en las negociaciones y es el interés de los dos jugadores por vestir las elásticas que les pretenden. Tanto Chelsea como Inter esperan que la presión ejercida por los jugadores juegue a su favor.