Fin al sueño de Old Trafford de Cristiano Ronaldo: en enero, fuera

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas y a fe que Cristiano Ronaldo está viviendo una de sus peores campañas en Old Trafford, en su segundo acto allí, el coliseo desde el que se catapultó al Olimpo del fútbol. La imagen en el derbi de Mánchester habla a las claras de cuál es su situación, sin minutos en un equipo humillado y fuera de lugar ante los grandes clubs de la Premier League. Hoy por hoy la distancia entre City y United es gigante, pero a CR7 no le da para jugar en el segundo.

Con 37 años, que serán 38 en el próximo mes de febrero, está cerca del abismo. En lo deportivo y que tiene que ver con la actualidad, el portugués se acaba de quedar fuera de la Final Four de la Nations League dando, como Portugal, una imagen pobre ante España, que ganó en Braga con todo en contra y los echa de la competición. Después, en su club, en el Manchester United, es suplente y cuenta en segundo grado para Erik ten Hag.

Recordemos que los diablos rojos no juegan Liga de Campeones esta temporada y que pese a la ingente cantidad de dinero invertida por sus mandatarios, muy probablemente hayan dicho en el Etihad Stadium adiós a la liga en pleno mes de octubre y con solo 7 partidos disputados (la distancia con Arsenal, líder, y City, segundo, es de ocho y nueve puntos; eso sí, con un partido menos). Es más, los red devils están fuera de los puestos europeos ingleses, lo que incluye la Europa League.

De ahí que los rumores de su salida del Teatro de los sueños en enero sean más que plausibles. Unos, bastante dignos, señalan a un posible interés del Chelsea en hacerse con sus servicios al menos hasta final de temporada, por lo que, de darse, podría jugar la Liga de Campeones; otros apuntan a un retiro de oro en Arabia Saudita o Estados Unidos: el Al-Hilal habría tetando al jugador con una oferta estratosférica. Pero aún hay más equipos que podrían darle acogida si baja sus pretensiones, tanto en esta como en la próxima temporada. Lo que sí está claro es que CR7 no aguantará mucho estar en el banquillo; pese a su edad, el luso tiene una confianza y orgullo desmedidos.