Guardiola ‘se carga’ al mayor talento inglés y lo sume manda al banquillo: incendio en el City

Phil Foden fue considerado por Pep Guardiola como el mayor talento que jamás había entrenado, incluso se olvidó de Messi al hacer esa afirmación. El joven inglés fue creciendo en importancia para su entrenador durante las últimas temporadas. Sin embargo, este año ha desaparecido de los esquemas del técnico catalán y ha dejado de ser ese jugador fundamental que fue en la pasada campaña, donde se había consagrado como una de las estrellas del equipo sky blue.

Foden comenzó la temporada como un indiscutible para el Manchester City, el inglés partía como titular en la mayoría de los encuentros, donde solía tener importancia en los resultados. Su mejor momento llegó con el hat-trick ante el Manchester United. Sin embargo, sería desde ese momento, que comenzó a jugar muchos menos minutos, hasta tal punto de no ser convocado por motivos técnicos en tres partidos consecutivos.

Si nos fijamos en la participación total de Foden, nos encontramos con que apenas ha superado el 50% de participación en el total de minutos en los que ha estado disponible, con una media poco superior a los 45 minutos por encuentro, unos números muy bajos para un futbolista que sería intocable en cualquier otro equipo del mundo. Pese a la baja participación, las cifras goleadoras no son malas, ya que suma 10 goles y 5 asistencias entre todas las competiciones.

En este sentido, la caída de Foden ha ido de la mano con el resurgir de Jack Grealish. El ex del Aston Villa ha seguido el camino contrario al de su compañero y ha pasado de ser un suplente habitual e incluso de quedar fuera de la convocatoria tres veces consecutivas a adueñarse de la posición de extremo izquierdo.

Además, en el centro del campo, Foden no tiene ninguna posibilidad, pues los dueños de dichas posiciones son De Bruyne, Bernardo Silva y Gundogan, tres intocables para Guardiola.

Así pues, Guardiola, lejos de casarse con ningún jugador, apuesta por aquellos que considera que son ideales para su juego. Ya pasó algo similar con Bernardo Silva, quien pasó de ser el mejor del equipo a quedar sumido en el ostracismo, para volver a ser esencial tiempo después.