James Rodríguez sí ama al Madrid: bofetón en Navidad al Barça

Todo hace indicar que estas Navidades pueden ser de confinamiento general y desmelene de un Barcelona que esperará unos días más para coronar nuevo presidente. Lo cierto es que el mercado invernal trae diferentes sorpresas y algunas de ellas pueden ser de mucho calado en Can Barça, no en vano jugadores como Leo Messi, Ousmane Dembélé, Samuel Umtiti o Rique Puig están en el disparadero como posibles transacciones en marcha; cada uno de ellos, claro está, por sus motivos.

En todo caso el joven jugador de La Masía es quizá el que más posibilidades tenga de salir de los cuatro, toda vez que hay varios clubs de la Premier League que desean hacerse con sus servicios y el mismo futbolista por primera vez está convencido de abandonar la que fue siempre su casa. La falta de oportunidades con Ronald Koeman y la decisión de este de prescindir de sus servicios en verano han hecho mella en el joven mediocentro blaugrana.

Así, hay dos equipos que se posicionan con fuerza para llevarse a la perla de la cantera blaugrana y ambos, como decimos, juegan en la liga inglesa. Por un lado, Marcelo Bielsa lo habría pedido para su Leeds, ya sea para las dos próximas temporadas en calidad de larga cesión o como compra; una situación similar a la del Everton de Carlo Ancelotti y James Rodríguez, los cuales parece que finalmente dejan a un lado un supuesto interés por Isco Alarcón para buscar un perfil de jugador más bisoño y barato.

Y con el futbolista pidiendo su salida y varios equipos esperando por obtenerla parece poco probable, más aun sabiendo que Tintín desea hacer hueco en la plantilla con su salida, que Riqui Puig continúe en la disciplina del Camp Nou, que perdería así a otro miembro importante de su cantera. Lo cierto es que ni él ni Carles Aleñá, la otra incógnita de La Masía en el plantel azulgrana, han gozado de muchas oportunidades para brillar, siendo así que parece lógico para ellos tratar de buscar una salida y minutos lejos de la Ciudad Condal. Veremos si no es el único sobresalto de un Barça plagado de incógnitas.