José Mourinho paga la cláusula: el jugador del Barça que ficha
El Tottenham pesca en el Camp Nou
José Mourinho ya comienza a dar forma a ‘su’ Tottenham, con el que espera hacer una buena temporada. Al menos, mejor que la anterior, algo que no será muy complicado, pues hicieron el ridículo en todas las competiciones. En especial, en el torneo de la regularidad, la Premier League, en la que enlazaron rachas muy positivas, con otras realmente negativas. Al final, lograron acabar en la sexta plaza, que tampoco es ninguna humillación, y que les da acceso a la próxima edición de la Europa League.
El hecho de disputar competiciones europeas supone una fuente de ingresos, y hace que no sea tan traumático todo. Pero eso no implica que no haya que hacer una limpieza en el vestuario, pues hay muchos cracks que no han estado a la altura de las expectativas. El objetivo, obviamente, será estar de nuevo entre los cuatro primeros, y, a ser posible, alzar un título, pues llevan mucho tiempo de sequía. Al menos, ni que sea, una de las copas.
De momento, ya han anunciado la llegada de Joe Hart, libre desde el Burnley, Pierre-Emile Höjbjerg, desde el Southampton, y Matt Doherty, procedente del Wolverhampton Wanderers. Pero ‘The Special One’ no se conforma con eso, y pide mucho más, ya que cree que, con la plantilla que hay a día de hoy, no pueden ni siquiera acercarse a Manchester United, Arsenal, o, en especial, a Chelsea, Manchester City y Liverpool.
Y ya ha propulsado la llegada de un jugador del Barça, que parece que gusta mucho. Se trata de una apuesta de futuro, si bien ya tiene un presente prometedor. Su nombre es Lucas de Vega, y juega en el filial, a las órdenes de Javier García Pimienta, que cuenta con él como pieza clave. Porque ha sabido sacar provecho a su cesión al Cartagena, en el que estuvo la campaña pasada, ayudando a lograr el ascenso a La Liga SmartBank.
Allí llamó la atención de los ojeadores ‘spurs’, y ya han realizado una oferta valorada en dos millones de euros. Ha sido rechazada, pero su cláusula de rescisión está cifrada en solo cuatro ‘kilos’.
Por lo tanto, su adiós está cercano.