La venta inexplicable de Bartomeu en 2020, nuevo socio para Odegaard
El futbolista brasileño es uno de los grandes objetivos de los gunners
Si por algo la gestión de Josep María Bartomeu fue tan duramente criticada es por operaciones tan polémicas como la que permitió el presidente catalán con Arthur Melo en el año 2020. El futbolista brasileño puso rumbo a la Juventus tras dos temporadas excelsas en el Camp Nou en las que había tenido un gran protagonismo en el equipo y, sobre todo, mucho peso en la dirección de juego.
Su salida a la Vecchia Signora permitió la llegada de Miralem Pjanic, pero a la vista ha quedado que el jugador bosnio no ha logrado igualar, y ni siquiera acercarse, a las prestaciones que dejó Arthur en sus años en la Ciudad Condal. Eso sí, cabe destacar que el centrocampista sudamericano tampoco ha logrado cumplir con las expectativas depositadas con él en el Piamonte.
Esta temporada el futbolista está teniendo muchas dificultades para ser titular en el esquema de Massimiliano Allegri, algo que avala el descontento de Arthur en el club italiano y, sobre todo, el alto interés de Mikel Arteta en intentar cerrar su fichaje el próximo verano, tal y como ha informado CalcioMercato. El Arsenal está siendo una de las grandes sorpresas esta temporada en Europa ya que los gunnersestán en plena lucha por entrar en los puestos Champions, algo que devolvería al conjunto londinense la posibilidad de jugar la competición europea más laureada tras seis campañas sin hacerlo.
Para ello, Arteta sabe que necesita contar con un equipo de lo más competitivo para poder hacer frente, o al menos acercarse, a las mejores plantillas de Europa, y, aunque Arthur Melo esta temporada no está mostrando su versión más gratificante fruto de las suplencias que está sufriendo, es el hombre elegido por el técnico vasco para tomar las riendas del juego del Arsenal junto a un Martin Odegaard que está brillando como nunca antes en Londres.
La relación del jugador de 25 años con su actual entrenador, Allegri, no parece ser la mejor y por ello el técnico italiano no pondrá trabas a su salida, siempre y cuando la oferta se ajuste a las exigencias del club bianconero: el traspaso podría rondar los 35 millones de euros, según los últimos informes.