Mohamed Salah pone contra las cuerdas al Liverpool

Los Juegos Olímpicos están en el horizonte de todos los deportistas, además, algunos de ellos, como Sergio Ramos, quieren participar en ellos, haciendo uso de la excepción que permite a las selecciones a convocar un máximo de tres jugadores que superen la edad máxima, que en estos Juegos será de 24 años. Pues bien, el combinado egipcio quiere que el delantero del Liverpool, Mohamed Salah, haga lo mismo lo mismo. Este paralelismo que se establece entre los dos futbolistas que, además, se enfrentarán en los cuartos de final de la Champions League con sus respectivos clubes, finaliza en este punto, ya que para el jugador del Real Madrid se trata de un reto personal, quiere conseguir esa medalla de oro que falta en su espectacular palmarés conseguido con la Selección. En el caso de Salah, su país le reclama para aumentar la calidad de su combinado nacional, proporcionándole un elemento indispensable: el gol, y así poder llegar lo más lejos posible en la competición.

Pero su actual equipo, el Liverpool, no está en absoluto de acuerdo con la decisión del jugador, ya que el riesgo de lesiones es muy alto, y aconseja al futbolista que no participe en dicha competición. Sobre todo, porque creen que, con su elevada ficha, le debe al club un alto nivel de profesionalidad que implica no ponerse en riesgo imprudentemente, además entienden que pese a la participación de Salah, Egipto no tiene ninguna opción de medalla, por lo que el riesgo que se corre con su participación no recibirá ningún tipo de recompensa.

Desde luego, para Egipto es de capital importancia tener en sus filas a un jugador como Salah, ya que es el máximo exponente del fútbol en su país y, si quieren hacer algo importante, le necesitan en el campo. Los números de este jugador así lo atestiguan, en la temporada actual, en la que ha jugado 40 partidos hasta ahora, ha anotado 25 goles y repartido cuatro asistencias. Es evidente que su sola presencia sube varios escalones el nivel de Egipto. Tendremos que esperar a ver si Salah decide escuchar al Liverpool o, por el contrario, atiende a la llamada de su Selección.