Mou ya teme la bomba oculta spur de Florentino Pérez por Gareth Bale

Al parecer el deseo oculto del Real Madrid y del Paris Saint-Germain en el Tottenham ya no es Harry Kane, al cual han puesto un precio demasiado alto como para siquiera plantearse su fichaje, sino Son Heung-min, hoy por hoy uno de los jugadores más determinantes del planeta y por ende de la plantilla spur. De ahí que el club londinense se esfuerce por concretar su renovación y cerrar las puertas a los dos gigantes. Florentino Pérez hace tiempo que le sigue la pista y la cesión y posible venta de Gareth Bale puede ayudar en las negociaciones.

Es cierto que el surcoreano tiene contrato en vigor hasta 2023 con su actual club, pero también que un jugador que está llamado a disputar a los grandes nombres de la Premier League el título de mejor jugador de la liga inglesa no pasa desapercibido para nadie. Y menos aún para dos gigantes de la talla económica y social del Real Madrid y el cuadro de la capital de Francia. En este sentido, el factor Kylian Mbappé es clave para realizar esta operación.

El futbolista coreano por ahora no quiere ni oír hablar de fichajes por estas dos entidades, aunque sabe del interés de ambos clubs, que además fijan sus miras en el delantero con vistas a potenciar el mercado asiático: a todas luces, es un negocio redondo. Pero al igual que Son percibe como se le acercan ambos transatlánticos, también lo siente José Mourinho, que no quiere perderle bajo ningún concepto. De hecho pese a que esté contento con el rendimiento de Gareth Bale, no aceptará nada que implique cláusulas extrañas entre los dos jugadores si es que el Tottenham ejerce su derecho de comprar sobre el galés.

Indudablemente y si finalmente el Madrid se rearma económicamente, Kylian Mbappé acelera y presiona al PSG para que le venda por una enorme cantidad el próximo verano (bajo la coacción de irse gratis al siguiente) y el PSG cede, entonces la amenaza para los spurs puede virar de objetivo y centrarse en un PSG que buscaría sustituto al 10 de Les Bleus. Y Son Heung-min puede serlo perfectamente: tiene gol, experiencia, calidad y pegada. Son es un futbolista total, que ha crecido una barbaridad y al que desean los gigantes de Europa.