Pelea brutal en el Tottenham. José Mourinho alucina, ¡ni Arbeloa lo hizo!

El equipo inglés está en una crisis que va a más. ¿Acabará la temporada el portugués?

Pelea brutal en el Tottenham. José Mourinho alucina, ¡ni Arbeloa lo hizo!

El Tottenham va de mal en peor. El equipo londinense no termina de convencer a nadie y mucho menos a su afición. El equipo que entrena José Mourinho perdió ayer en octavos de final de la FA Cup. No pudo vencer en su casa al Norwich. Empataron a 1 en el tiempo reglamentario y perdieron en los penaltis. Krul, el portero holandés del equipo inglés, consiguió hasta parar dos penaltis y dejar fuera al Tottenham en la siguiente ronda. Al acabar el partido hubo una pelea brutal en la grada… ¡con un jugador del Tottenham!

Y es que nadie contaba con que el equipo perdiera el partido. La competición podría haber sido un bálsamo para un conjunto que va a menos. Empezó mal con Mauricio Pochettino al comenzar el año, por ese motivo fue destituido el técnico argentino, pero Mourinho no ha sabido tampoco enderezar el rumbo de un equipo que, todo hay que decirlo, ha sido castigado por las lesiones y el infortunio.

La más grave fue la que sufrió en diciembre Harry Kane. El delantero sufrió un desgarro en el fémur que le mantendrá, como mínimo, hasta mayo. El club londinense no le firmó a Mourinho un delantero y el portugués sigue maldiciendo al dueño del club, Daniel Levy, por no fichar a William José. En su lugar llegó Bergwijn, el extremo holandés ha encajado bien en el equipo, pero no es un 9.

Ayer el conjunto del norte de Londres volvió a adolecer de gol. Parrot, jugador canterano del club jugó de delantero, pero no tuvo su partido. Falló incluso un penalti en la tanda final.

Pero la sorpresa llegó al acabar el encuentro. En la tribuna donde se sitúan los familiares de los jugadores, el hermano de Eric Dier estaba siendo increpado por una serie de aficionados del equipo local. El centrocampista lo vio y no dudo en saltar a la grada para defender a su hermano. Se formó una pelea brutal.

La seguridad privada del club tuvo que separarles y acabar con el disturbio. Mourinho alucina por como todo se le está yendo de las manos. Ni el Madrid de Arbeloa y Xabi Alonso las cosas llegaron tan lejos. Es tiempo de reflexión para el técnico portugués. No puede ser de otra manera.