Primero Mané, ahora Salah: pesadilla real de Klopp, el Madrid culpable
El técnico alemán se enfrenta a una complicada situación también ahora con el crack egipcio
La herida del Liverpool se abrió de nuevo en la pasada final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid. Los blancos se impusieron en el partido continental más importante por segunda vez consecutiva desde aquella final de Karius y Gareth Bale gracias al gol, en esta ocasión, de Vinicius, y aquello dolió tanto al equipo inglés que los golpes pueden llegar como un efecto dominó hasta tirar casi abajo el proyecto.
Los reds tienen una plantilla de primerísimo nivel con hombres importantes en cada fila como Van Dijk, Thiago. Fabinho, Luis Díaz, Diogo Jota o Mohamed Salah, pero las dudas y los nubarrones negros han comenzado a aparecer sobre Anfield. Más concretamente dos manchas oscuras en forma de salidas que afectan a Sadio Mané en primer lugar y al propio Mo Salah en segundo. El delantero senegalés ya es historia del Liverpool. En las últimas horas el Bayern de Múnich ha hecho oficial su fichaje y el crack africano cambiará por lo tanto en esta próxima temporada la camiseta roja del conjunto inglés por la del equipo alemán.
Pese a que el Liverpool ha recibido más de 30 millones de euros en concepto de traspaso, no deja de ser un duro golpe para la delantera de Jürgen Klopp. Es cierto que hay otros jugadores de muchísimas garantías que pueden sacar las castañas del fuego en cualquier momento de la temporada pero los reds pierden de un plumazo los 23 goles que ha anotado el senegalés esta temporada.
Pero no se quedan ahí los problemas de Jürgen Klopp, que puede vivir una auténtica pesadilla en los próximos meses. Se viene hablando desde hace unos días de la más que probable salida de Mohamed Salah en busca de nuevos retos. El astro egipcio finaliza su contrato la temporada que viene, en 2023, y las negociaciones por su renovación parecen estancadas, así que perder a Salah sería un golpe terrible para las aspiraciones de un equipo que quiere seguir optando a la Premier League y a la Champions League, donde ha sido subcampeón este curso. Por el momento, Klopp cruza los dedos para que las cosas se arreglen y mientras pueda disfrutará del egipcio en su equipo.