Rodgers penetra en la crisis de la Juve y arrebata a Dybala 2 aliados
Allegri no gana para disgustos en Turín… pero esta vez da el OK
La Juventus es uno de los clubes europeos que más decepciones está causando en las últimas temporadas, especialmente en la Champions League. A pesar de ser uno de los equipos más laureados históricamente en dicha competición, el cuadro bianconero ha ido perdiendo prestigio conforme la gestión de la directiva ha ido acumulando más críticas y ahora el Leicester City quiere seguir agravando esa crisis deportiva con dos objetivos que no están cumpliendo con las expectativas depositadas: Federico Bernardeschi y Adrien Rabiot.
Fuentes cercanas a los Foxes han desvelados recientemente que Brendan Rodgers quiere reforzar su vestuario en enero para encarar la segunda parte del campeonato con una plantilla de lo más compensada y completa. A diferencia de las últimas campañas, en la presente el Leicester está experimentando muchas más dificultades para sacar los partidos adelante y, a pesar de contar con jugadores de renombre como Tielemans, Maddison o Vardy, el equipo a fecha de hoy se sitúa a seis puntos de los puestos europeos.
Esa quinta posición es la que se ha marcado como objetivo Rodgers pero, por el momento, los Foxes no van en buen camino para poder cumplirlo ya que hay otros seis clubes inmersos en esa lucha. Es por eso que la necesidad da dar un salto de calidad en la plantilla se ha postulado urgente y qué mejor manera de hacerlo con dos jugadores que no atraviesan una buena situación en la Juventus y cuyas salidas no contarán con muchas trabas si la oferta es suficientemente atractiva. En este sentido, si el Leicester quiere arrebatar a Paulo Dybala estos dos socios sobre el terreno de juego deberá depositar sobre la mesa una cifra cercana a los 30 millones.
Es cierto que la pérdida de dos efectivos en enero siempre suele tender a ser rechazada dado que el calendario cada temporada es más exigente y los entrenadores suelen preferir contar con un amplio número de alternativas en el vestuario, pero en este caso Allegri parece estar decidido a dar el OK atendiendo a que ambos jugadores apenas están teniendo trascendencia desde el regreso del italiano al club y, en esas pocas participaciones, tampoco están dejando sensaciones convincentes.