Setién recibe el primer revés de uno de sus fichajes estrella para 2020

El jugador no quiere jugar para el cántabro y pide salir antes de llegar

Setién recibe el primer revés de uno de sus fichajes estrella para 2020

Quique Setién está preocupado por el número de cambios que ha tenido la competición en estos tres meses. El cambio de normativa, con los cinco cambios que ahora se van a permitir, tienen al cántabro con la mosca detrás de la oreja. No le ha parecido una buena medida y cree que le va a perjudicar al Barcelona. Para muchos son excusas, aunque hay expertos, como Jorge Valdano, que le han dado la razón.

Setién piensa en el presente, pero sin quitar la vista en el futuro. Quiere seguir siendo entrenador el año que viene y para eso tiene que acabar este año siendo campeón en LaLiga. Si no lo es sabe que lo tendrá complicado por la presión que rodea al club… aún así ya planea fichajes para el año que viene y quiere cerrar su plantilla.

El fichaje estrella para él, con el que se quería ganar el crédito del club, era Philipe Coutinho. Quería recuperar al jugador para poder justificar la inversión que el Barcelona hizo por él hace dos años y medio. Fueron 150 millones los que Bartomeu pagó al Liverpool ante las risas de Jürgen Klopp. Hoy la risa suena aún más.

El brasileño ha sido uno de los fracasos más sonoros que ha tenido el club en su historia. Este año ha estado cedido en la Bundesliga, jugando para el Bayern de Múnich. No lo ha hecho mal, 8 goles y 6 asistencias llevaba hasta el parón. Desde la vuelta del fútbol no ha jugado, pues su tobillo está maltrecho.

Setién le quería en su proyecto y había luchado con la directiva para que así fuera. Parecían convencidos de que el brasileño sería el fichaje estrella de este verano, era la forma de vender un poco de ilusión y, porque no decirlo humo, después de otro fracaso en la gestión.

Sin embargo, el brasileño pasa de Setién y quiere irse de Barcelona. En la Premier se encuentra más a gusto y el Newcastle le pretende. Él se deja querer y piensa, sobre todo, en no renunciar a su sueldo de crack mundial.
El entrenador se ha quedado de piedra y ha perdido la fe que tenía en él. ¿Encima que quería darle una oportunidad ni siquiera le escucha? Lo que faltaba. Un problema menos. Bye Bye Coutinho.