Thomas Tuchel celebra la Champions quitando un crack a Barça y Madrid
Desea seguir reforzando al Chelsea
Thomas Tuchel tiene todo el crédito del mundo, y se ha ganado la confianza de todos en el Chelsea. Porque llegó a mitad de temporada, para ocupar el cargo de un Frank Lampard que no estaba cumpliendo con las expectativas, ni mucho menos. Y cogió al equipo en la mitad de la tabla de la Premier League, fuera de los puestos que dan acceso a competiciones europeas. Pero rápidamente dio con la tecla, e hizo que se convirtieran en uno de los más sólidos y fiables.
El resultado, ya lo conocemos todos: finalizaron cuartos en liga, y subcampeones de la FA Cup, cayendo con el Leicester City de Brendan Rodgers. Pero su gran éxito ha sido en la Champions League, pues les ha guiado a conquistar la segunda ‘Orejona’ de su historia, y siendo superiores al resto, y claramente merecida, a diferencia de la de 2012. Roman Abramovich está encantado con el germano, y le ha dado pleno poder para planificar la plantilla. Y uno de los primeros fichajes que ha solicitado es el de Adama Traoré.
Algo que ha cogido de improvisto a casi todos, pues, a pesar de que antes era uno de los futbolistas más solicitados del panorama, a nadie se le escapa que este curso ha estado bastante por debajo de las expectativas. La mala temporada del Wolverhampton Wanderers, su equipo, y la grave lesión de Raúl Jiménez, su mejor socio, le ha afectado mucho. Y no se ha parecido en nada a la versión que vimos la campaña anterior.
No ha perdido la velocidad y la potencia que tanto le caracteriza, pero cada vez es menos preciso. No obstante, eso no le ha importado en absoluto a un Luis Enrique que, pese a todo, se lo ha llevado a la Eurocopa. El internacional español espera reivindicarse en el torneo, y volver a llamar la atención de otros grandes del continente, como el Liverpool, el Manchester City, el Barça o el Real Madrid. Todos ellos ya se habían olvidado de él.
Todos, menos el Chelsea, por petición de Tuchel. Y pueden llegar a pagar unos 35 millones de euros.
¿Serán suficientes?